Como dije en la entrega anterior, el bloque central de Ardor guerrero está constituido por la rememoración del servicio militar, la cual es cierto que no se diferencia mucho de aquellas conversaciones entre amigos que evocaban sus parecidas y presumibles experiencias castrenses. Así ocurre cuando el narrador se refiere a consideraciones de tipo general ‑formación, novatadas, ejercicios militares de diferente especie y dificultad, las comidas, etc.‑ o a la relación de anécdotas que son prácticamente insoslayables, puesto que relatan experiencias tan corrientes como peculiares a la mili. He aquí algunos ejemplos: