17-11-2011.
El burlador de Sevilla y convidado de piedra: “De una comedia de honor a un drama teológico”.
Esa dimensión trascendente desde el punto de vista religioso ha hecho que la crítica ‑unánimemente y con razón‑ interprete El burlador… como un drama de contenido teológico, en el cual se escenifican los tres fundamentos postridentinos de la Predestinación, la Gracia y el Libre albedrío. Trespilares que formaban parte insoslayable de los debates teológicos que, en torno al tema de la salvación o condenación del hombre, entablaban jesuitas y dominicos, y que nuestro fraile mercedario llevó a las tablas en numerosas ocasiones (1).