04-08-2010.Por caminos de sueños
y fantasía,
vienen los torerillos
de Andalucía.
Quisiera verte
cortando las orejas.
¡Que tengas suerte!
Un cordobés de Iznájar,
Pepe Montilla,
preside Cataluña.
¡Qué maravilla!
Tarde de toros,
al viento las banderas
de sangre y oro.
La mujer del torero,
en la barrera,
se saca los trabajos
de la montera.
Grita la plaza
y Carod, malicioso,
que la amenaza.
A hombros de catalanes,
por la Gran Vía,
llevaron al torero
Sánchez Mejías.
Los andaluces
ya no irán por las Ramblas
vestíos de luces.
Un hábil par, al quiebro,
de banderillas,
le colocó a la fiesta,
Pepe Montilla.
¡Ay! Madre mía.
Otro catalanista
de Andalucía.
¡Ay! Patio de caballos,
botos camperos,
calzona con caireles
luce el torero.
Cuántos afanes
pa que queden contentos
los catalanes.
Ya no enhebran el aire
las banderillas.
Ha prohibido los toros,
Pepe Montilla.
¡Extraordinario!
Nacionalismo absurdo
ciego y sectario.
Quejas de verde y oro,
lleva la tarde.
Dijeron: «¡No a los toros!»,
los muy cobardes.
El sol no brilla.
Ligeras, sin su carga,
van las mulillas.
La fiesta, como excusa,
a nadie engaña.
Es sólo un testimonio
de fobia a España.
Y con orgullo
deberíamos gritarles:
«¡Seréis capullos!».
Barcelona, 29 de julio de 2010.