Un testigo de cargo: el cerro de los héroes, 7

18-04-2009.
Fue un albañil de Manuel García el que, el mismo día en que estaba embaldosando la subida al Camarín de la Virgen, se dio cuenta de que en una de las baldosas a las que echaba argamasa con el palustre estaba “el rostro de la Morenita”.

Aquella baldosa, como algunas bellotas, como algunas chinas del “Camino Viejo” tiene ese contorno al que, poniendo nuestra mirada fervorosa, transformamos en la imagen de Nuestra Madre. Así que este Iker ha llegado tarde al repique del milagro; milagro que muchos niños de Andújar hemos podido contemplar colgado de la rama de cualquier encina serrana de san Ginés, gracias a la fe de nuestras miradas.
Otra entidad digital, como es la página web http://www.geocities.com/belmez/teleplastias.htm, el 27 de febrero del pasado 2003, trata el asunto con el título de Cautela y distancia. Una actitud que les honra y les hace preguntarse: «¿Con cuántas barajas juega alguno en esta historia? Lógicamente cada cual va a lo que va, ve lo que quiere, busca lo que le interesa, por intereses personales o editoriales. Se ha caído en la vedetización y en el amarillismo de la TV y prensa en general, poniendo serias dudas sobre las facultades del hipnotizador Bru».
Al pueblo de Bélmez y a la ciudad de Andújar les duele el trato; al Cristo de la Vida y a María de la Cabeza les chirrían los clavos. Y ello, porque no se puede afirmar categóricamente que las fotos de la familia Chamorrocoinciden en un sesenta y ocho por ciento con las caras de Bélmez. Creemos que la policía científica está para otros menesteres y no para milagrerías.
¿A qué expertos en fenómenos extraños” les hacemos caso? ¿Al director del Instituto Hidrológico de Valencia e investigador numerario del Consejo Superior de Investigaciones Científicas que con técnicas analíticas de fluorescencia y difracción de Rayos X con Horno Mufla, afirmó en 1976, que «la cara del Pelao» es «una huella de zapato de la talla del 39, que puede haberse formado por el hecho de que durante el fraguado del suelo, al pisar, se creara una minidepresión, con mayor humedad y posibilidad de ascensión-salubridad del compuesto melanocrato hallado en las muestras?».
¿A los doctores Francisco José Valle y Juan A. Martín, miembros titulares del Instituto de Cerámica y Vidrio del Consejo Superior de Investigaciones Científicas que, a petición del prestigioso físico Lorenzo Plaza, componente del equipo del jesuita padre Pilón, que tras ímprobos estudios no se definieron sobre las teleplastias de Bélmez?
¿0… al omnipresente en fantasmagorías y sucedáneos, Iker Jiménez, que pontifica que “el Pelao” podría ser el capitán Cortés? ¿No se afirmó en alguna ocasión que “el Pelao” podría ser la Santa Faz del Cristo que se venera en la Catedral de Jaén? ¿En qué quedamos?
Quedémonos con la grandeza de la duda y la libertad de opinión, haciendo referencia a unas palabras de Exiquio García Carbajo: «La última palabra aún no está dicha. Esperemos que cuando desaparezca el misterio, resulte un bien para las personas y para la ciencia». Se refiere por supuesto a las teleplastias de Bélmez.
Las personas me importan algo más, mucho más que la ciencia y sus sabios, porque bajo esa pátina de sapiencia también se escaquean personajes y personajillos. Por ello, vuelvo a insistir: ¿Dónde está la fuerza de la razón? ¿Quién es el poseedor de la piedra roja de la verdad?
¿Aquellos que hace años alardeaban de haber luchado contra la Operación Tridente?¿Estos que sustituyen la exactitud matemática de un análisis espectométrico de plasma ICP, por frases o expresiones psicotónicas, propias de un prostíbulo, donde los vocablos bruja, puta y jódete, resuenan como una marcha triunfal?
¿Por qué no hablan de la vida, de la luz, del perdón y del abrazo, en lugar de molestar a los muertos?
Cementerio hay bajo las teleplastias de Bélmez y cementerio hay frente a la espadaña del Cabezo. ¡Que dejen en paz a nuestros muertos!
María Gómez Cámara tiene derecho al descanso y a la paz que Dios ya le ha concedido, porque ni esnobismos trasnochados ni ambiciones de edición pueden prevalecer sobre las ramas frescas y, a la vez, sarmentosas del Árbol de la vida.
Aquí, en este caso, y según mi modesta o altiva opinión, tanto el equipo de Flash Back como Iker Jiménez han trepado muy ligeramente sobre el misterioso hilo que une dos lugares templarios: Bélmez y Andújar.
Abundando en los indicios me pregunto: ¿Por qué han callado Templespaña, el Obispado o la Orden Trinitaria? ¿Por qué las cámaras del esperpento televisivo han campado por sus reales lares, cuando, en la noche del 12 de agosto de 2003, a la prensa local se le hizo su trabajo tan imposible que hasta se oyeron blasfemias sobre las baldosas del Camarín? ¿Por qué se levantan en armas de escándalo las piedras sacras y profanas, cuando un hombre joven (lleno de defectos y escaso de virtudes, según la versión de algunos santones) se ofrece para ser Hermano Mayor y, sin embargo, se tragan o nos tragamos como avestruces la escandalosa, incierta y bochornosa versión de Canal Sur sobre los hechos acontecidos durante la Guerra Civil en nuestra Montaña Sagrada? El tiempo, que no tiene prisas, escribirá, incluso con su silencio, la verdadera historia.
¿Es posible soportar, sin que se les enciendan a los andujareños los almiares de la pasión, este texto, aparecido en la página web regresoalpasado?:
«Después del enorme revuelo causado por el descubrimiento realizado por Flash Back sobre las misteriosas caras de Bélmez, la investigación sigue abierta. Una pregunta se mantiene sin respuesta desde entonces. Sabemos cómo, cuándo, dónde y por qué surgieron las caras; pero aún nadie se explica qué quieren, cuál es el mensaje que quieren transmitirnos. Esta semana, Flash Back ofrecerá la respuesta a ese último interrogante que quedó abierto: ¿Qué quieren las caras de Bélmez? Y no solo eso, sino que, además, reconstruiremos los hechos que propiciaron su aparición, la célebre matanza del Santuario de la Cabeza, acaecida entre 1936 y 1937, en los primeros compases de la Guerra Civil española. Con ayuda de un superviviente de la masacre, reviviremos los últimos momentos de la familia Chamorro, el lugar donde cayeron mortalmente heridos y el punto, donde hoy, sesenta y seis años después, reposan sus cuerpos».
Hasta aquí, el comunicado propagandístico de Flash Back, anunciando su programa televisivo. Un comunicado de la peor estopa propagandística, permitido por Canal Sur o, lo que es peor, burlada la televisión que todos pagamos, con el agravante de tildar de “matarifes” a aquellos asaltantes, muchos de cuyos hijos militan hoy en el partido socialista; un partido que por entonces, guste o no guste, defendió el poder resultante de las urnas, en contra del golpismo caudillista, que no cruzada.
Y la Andújar progresista, callada; la Andújar socialista, enfangada en la preparación de las elecciones de mayo; la Andújar romera, preparando sus carretas; la Andújar católica, apostólica, romana, sin rechistar; y la Andújar mariana, en la sabatina, puliendo y dando brillo a los cetros, cantando el Salve Reina, pero sin escribir ni un renglón contra la infamia televisiva, en defensa de nuestra “Historia”.

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