He recibido de Juan Antonio Fernández Arévalo este mensaje:
Mi querido amigo:
Se ve que he llegado tarde y has publicado el segundo artículo, aunque no recogiste mi segundo envío por lo que pierde una frase importante en la que critico un craso error de Michel del Castillo que coloca al filósofo Chateaubriand como jefe de la expedición de los cien mil hijos de San Luis, en vez del duque de Angulema. De todas formas, agradezco tu amabilidad para conmigo y sabes que, de verdad, cuentas con un amigo.
Quiero que, de la forma que tú elijas, transmitas lo siguiente:
MUTIS POR EL FORO
Como me han hecho ver mi pedantería de manera notoria (siempre fui un pedante redomado), no quiero castigar a nadie con la lectura de mis artículos, hechos, desde luego, con la idea de pontificar y lucir mis “enormes” conocimientos.
Ya hacía mucho tiempo que no participaba en el foro y, verdaderamente, no pensaba hacerlo más; pero el artículo de Michel del Castillo y sus comentarios favorables los he tomado como una auténtica provocación.
No me cabe duda de que se trata de una provocación y yo he reaccionado a ella como defensa de la República (en la que pensaba hacer todas las menciones a sus errores), como condena del oprobioso régimen franquista (los culpables de la Guerra Civil son quienes se sublevaron y quienes le apoyaron, de dentro y de fuera) y como defensa de la verdad histórica que, hasta la aparición de Pio Moa, era una cuestión más o menos pacífica, como diría un jurista. Pero se ve que el revisionismo histórico, que estaba como agazapado, ha vuelto con vigor y fuerza. Son los mismos de siempre (no me refiero a ningún compañero, por supuesto) y por eso intentaba combatir su superchería.
Soy demócrata y de izquierdas y seguiré siéndolo mientras viva. Procuro ser una persona honrada en lo intelectual y en lo moral y jamás impongo mis tesis a nadie. Es curioso, de todas formas, que quienes tenemos más problemas en este foro seamos las personas de izquierdas. Dada nuestra extracción social, debiera ser al contrario; pero ésa es otra historia.
En fin, no quiero aburrir más al personal con mis peroratas caducas de defensor de la II República y hago mutis por el foro. Así dejará de dolerme la cabeza y la tensión arterial se me compensará.
No participaré más en la página web y únicamente abriré los emails que me enviéis, aunque algunos vayan acompañados de monumentos al gran demócrata que fue José Antonio Primo de Rivera. Salud para todos y un abrazo para los amigos.
Debo aclarar que no he recibido ese mensaje en el que me indicabas la corrección. Y tengo que decirte que nuestra página web está abierta a todas las ideologías. Que lo único que debemos procurar es cumplir las Normas de participación. Te echaba de menos y, tras hablar un poco, decides callarte para siempre. Juan Antonio, por favor, que somos una intensa familia, llena de historia, amor y consuelo. Cuéntanos tus cosas, de vez en cuando.
Un abrazo.
JMBS.