Reiteraciones
1. Querido Almagro: me he dado cuenta de que entre tú y yo hay demasiada distancia para intentar una mínima aproximación que evite el diálogo de sordos. ¿Qué quieres que responda a tan arbitrarios argumentos en todo cuanto me rebates? ¿Te recuerdo todos los errores doctrinales cometidos a lo largo de la historia por tu Santa Madre Iglesia?
Errores y corrupciones que, según tú, son imposibles, al estar dirigida por Dios. ¿De qué me hablas, amigo? El Dios al que tú te refieres no ha podido apoyar las matanzas de indígenas en América, la Santa Inquisición en España, la barbarie nazi del exterminio judío, la cruzada española de Franco… Todo esto lo apoyó la Iglesia Católica por acción u omisión. ¿O es que el Dios que citas sólo se dedica a organizar eventos de púrpuras domingueras? Dios, si existe, se dedica a las ONG en países subdesarrollados, a los marginados del primer mundo, a los desheredados de la tierra… Háblame de eso y podremos acercar posiciones.
2. ¿Qué sabes de los programas, ya en marcha, que, bajo el espíritu de la Alianza de Civilizaciones promovido por Zapatero, están acercando a países que hasta ahora vivían de espaldas a Europa? Programas culturales, inversión en infraestructuras, en desarrollo industrial, agraria o pesquera de la otra orilla del Mediterráneo. ¿Qué sabes de los recelos históricos que hemos tenido que superar unos y otros para que las puertas se abran y las fronteras se conviertan en puentes de unión? ¿Qué sabes, en fin, del trabajo de tanta gente que dedicamos esfuerzos para que esta alianza llegue un día a conseguir el respeto intercultural y el desarrollo en la cooperación? ¿Sabes algo de “Tribuna Mediterránea? ¿De Interreg? Deberías informarte antes de sentenciar.
3. Zapatero nos ha recuperado la dignidad como país. Sin palmaditas en el hombro, sin hablar mexicano, sin poner los pies en la mesa de la Casa Blanca, sin necesidad de fotos en las Azores o de reconquistar la isla Perejil, ha conseguido que España esté representada en todos los frentes legales internacionales (antes no lo estaba). ¡Ya está bien de manipular la verdad!
4. Por último, veo que sigues defendiendo la minoría judía en el conflicto palestino. Allá tú y tus criterios refrescados en recientes ejercicios espirituales. Los míos son muy diferentes. ¿Sabes por qué venció David a Goliat? Sencillamente, porque tenía un arma de mayor alcance: la honda. Esa era su fuerza, la misma que utiliza Israel, sólo que el alcance ahora se llama tecnología y potencial armamentístico. ¿Millones de árabes apoyan a Palestina? No con armamento de última generación, como Estados Unidos para con los judíos. Y si sale un gallito como Irán… ¡Ojo!, yo no defiendo que este país tenga la bomba atómica. Ni los demás tampoco. ¡No me lo digas más, hombre!
5. Pido disculpas a los supuestos lectores de esta animada tertulia por las reiteraciones. Cada vez que termino una colaboración me prometo no responder más. Sin embargo, al poco tiempo vuelve la humareda envolvente, con sabor a rancio, del viejo salón. En fin, sigo pensando en los maestros de la República, de los que próximamente escribiré. Por ahora, abandono este inhóspito Rincón del Café, al que he procurado reanimar, como los demás contertulios, dentro del límite del respeto a quien opina tan diferente a mí. Buenas tardes a todos.