26-01-2009.Madrigales de la espera, 1988
Este poemario comprende una pequeña muestra de poemillas en metros cortos, a ritmo de cancionero antiguo. Es una poesía sentenciosa, de máximas y pequeños pensamientos. De ahí que las recopilara en una serie de Jornadas sin orden ni concierto. El poemario fue publicado por la Diputación de Jaén en 1988.
106
Jornada 1.ª
¿Qué sentido tiene decir «estoy contigo» si la necesidad se queda sola?
‑I‑
¿Dónde estás?
Un grito.
Ha masticado un picor,
mientras llueve
infinito
en un campo de sequía.
Amapola,
aún no ha venido el mar
a esta playa vacía
que esconde su caracola.
Mozart hierve
en un rectángulo frío.
Alfileres.
Ofrenda de amor en vuelo.
Claveles.
[…]
‑III‑
Me habló la luna:
¿qué tal?
Quiero volar y volar.
Hace aire.
La sangre crece,
al fondo del olivar.
Atardece.
107
Jornada 2.ª
‑VIII‑
Fin de semana.
Campana
que se sueña y no se toca.
Boca
de vacaciones. Mañana
gris en mis ojos. Cristales
de humo.
—¡Ven! —dice el eco—.
Sólo se quedan los males.
108
Jornada 4.ª
‑XIV‑
En la ventana.
El sol se escapa
entre guiños. Yo te espero
a golpes de cancionero.
Una sombra en la batalla
de este quicio. Marinero,
sigue remando. Ya estalla.
109
Jornada 5.ª
‑XX‑
Una flor tan sólo es bella
si la vemos. Nuestro oído
hace la música. Dones
son el olor y la piel.
Una estrella,
un amor ido,
dos corazones.
Después.
Jornada 8.ª
‑XXX‑
Un motete mariano, un guiño a secas,
un piropo de iglesia, un laberinto
de medievos castillos, un variopinto
paisaje de cristal.
Un vejete simpático, un dedo
que deriva espirales. Y un silencio
en extraño paréntesis de grajos
en vuelos de metal.
Una sangre despierta. Unos abrazos
cabriolando tu dermis, olor a brisa
de deseos y orgasmos endiablados
en luna de cristal.
¡Qué agonía de tarde en aquel viento,
mientras suena el compás del pueblo lento!