Versos sembrados, 22

17-01-2009.

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Segunda casida
 
Hay un largo poema en “Mar de alfileres”, formado por la 1.ª y 2.ª casida. Se publicaron separadas, pero constituyen un solo poema.

Recojo el tema clásico de Ulises y lo adapto a mi manera. Voy a seleccionar sólo los fragmentos que creo más destacables. El nombre de casida, composición poética árabe, no tiene nada que ver con el contenido.

Pensé que unir un tema clásico con un nombre árabe quedaría bien. Si acaso, la tensión épica de Ulises queda endulzada con el sensualismo sonoro de lo árabe. Nada más.
 
«Cuando el amor se va
siempre deja una huella de la muerte».
E. Hemingway.
 
‑I‑
 
En la orilla del cosmos te esperaba,
junto al griego perfil de aquel espacio,
en sola soledad, sola la sombra
de una página célibe no escrita.
Tú eras lenta ribera a mí amarrada
y en la playa de Ítaca deshacías
la sonata de Ulises. Te esperaba.
 
‑II‑
 
El olivo de vida en donde el tiempo
calentaba mi nieve transformada,
se ha hecho olmo y Espino. Te esperaba
un Ulises de fuego, arruga, estribo,
de quien ya, desterrado se sentía.
Penélope en la roca de otros dedos
destejía las redes. Te esperaba.
 
[…]
 
‑IV‑
 
Tú sigues siendo el mar. Yo soy la ola
que no puede bañar otras escamas,
destierro no es amar y el viento sigue
tostándome un romance entre las aguas.
¿Dónde bañas tu sed, Ulises, dónde,
dónde guardas, Penélope, la almohada?
 
—Donde la soledad comienza —me respondes
(y el eco ha traducido)—. Donde la soledad se acaba.
 
[…]

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