15-12-2008.
Es curioso que este buscador o si lo quieren buceador, nieto de aladrero y de linaje morisco, ande en tiempos cibernéticos, como el pastor colomero1, entre luminarias y riscos gritando en los desiertos de las conciencias, sabiendo como sé que, cuando baje por los repechones de San Ginés o levante el polvo del camino viejo de San Mancio, los corazones de los hombres se mofarán de mis visiones.