María en personal

09-12-2008.

 

Ya no verás más las blancas flores del almendro,
ni oirás las alegres risas de Nerea,
ni tocarás el agua fresca de la sierra,
ni sentirás la brisa de Los Llanos,
ni llenarás tu herido pecho de sol por la mañana…

 

Ya lloras porque te vas sin poder dar más.
Ya duermes para siempre tu dolor.
Ya descansan en paz tus sueños.

Pero llenas están tus manos a rebosar
de caricias, de puntos y lanas,
llenos tus ojos de buenos recuerdos,
lleno tu pecho de tantos esfuerzos,
lleno tu corazón de tanto amor.

Pero te vas y te vemos.
Pero te vas y te quedas con nosotros.
Pero estás aquí y te queremos.

 

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