Despedida

29-11-2008.
Para mis queridos amigos
José María y Tony, este soneto
escrito en su casa de Úbeda,
con motivo del quinto cumpleaños
de su nieta Carolina.


Finalmente, la tierna golondrina
voló por el resquicio del alero,
dejando el corazón sin asidero,
dejando entristecida la hornacina.

Ya sólo del rosal se ve la espina,
y en el lago, tormenta y aguacero;
ya el aire es sólo viento lastimero
que envuelve las montañas con neblina.
De golpe envejeció la primavera.
De golpe mi jardín se puso umbrío
y hasta la recia, undosa, enredadera
quedó desorientada por el frío.
La ausencia es una triste melodía,
un vacío sin luz ni mediodía.
Escrito el
27-10-2008.

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