Estampas de la feria de San Miguel, y 3

30-11-2008.
El día 29 de septiembre a las diez de la mañana, la iglesia de San Miguel de los frailes carmelitas descalzos se queda pequeña para el oficio religioso con motivo de la festividad del arcángel patrón de Úbeda.

Las primeras autoridades locales, civiles, militares y eclesiásticas, así como representantes de las distintas cofradías, ocupan la zona reservada en la nave principal del templo. Oficia la solemne eucaristía, fray Héctor Cáceres; concelebran varios párrocos de la ciudad y el clero ubetense que abarrota el templo, mientras un elevado número de personas ocupa la pequeña plaza exterior del recinto. La agrupación coral “Virgen de Guadalupe”, bajo la dirección de Alberto Navarrete Andújar, acompaña la ceremonia desde el coro con las mejores interpretaciones de su repertorio para tan solemne ocasión: “Canticorum Iubilo”, de Haëndel; “Misa de San Miguel”, de Enrique Báez; “Pan Divino”, del maestro Guerrero; “Panis Angélicus”, de César Frank; y “Cantata, Oh Señora”, de J. S. Bach. En suma, una Eucaristía conmovedora y altamente participativa, a la que le sigue la procesión, esplendorosa también, por las calles de Úbeda.
Se rememora así la reconquista de Úbeda a las huestes musulmanas, acaecida en el año 1234, un día de San Miguel Arcángel, 29 de septiembre. Doscientos cincuenta años más tarde, los Reyes Católicos instauran la feria; se cobra el derecho de registro a los ganados, por lo que la feria de San Miguel era una famosa muestra ganadera. Alcanzaron tanta celebridad, que a ella concurrían labradores y ganaderos de toda Andalucía, convirtiéndose en 1813 feria en de todos los ganados, víveres, comercio, quincallería, platería y demás efectos para el consumo y uso de toda clase de personas. Desde entonces, se ha venido celebrando ininterrumpidamente hasta nuestros días.
No muy distante queda en el tiempo el año 1998, cuando un hombre, Eduardo Jiménez Torres, tenaz y perseverante devoto de nuestro arcángel Patrón, crea el “Grupo Parroquial de San Miguel”, que ahora él mismo preside, con la decidida intención de rescatar de la languidez en la que se encontraba la festividad religiosa y la figura del patrón de Úbeda. No escatima tiempo y esfuerzos, valores no siempre estimados en su justa medida. Le da realce a la fiesta religiosa, involucrando a autoridades y a cofradías. Instaura la procesión del Patrón por las calles de Úbeda en el año 2000, con una imagen hasta entonces prácticamente desconocida, que se encontraba en el santuario del Gavellar. Llama a las puertas de las cofradías y a las de distintas entidades comerciales y religiosas en busca de recursos materiales. Organiza festivales a los que acuden a actuar desinteresadamente destacados actores y grupos locales, respondiendo el pueblo de Úbeda con una más que mediana asistencia. En 2006, el Grupo Parroquial estrena imagen propia de San Miguel, cuyo autor es el joven escultor ubetense Alfonso Ruiz Esteban. Así mismo, un trono nuevo desplaza a las andas que hasta entonces se usaban.
Cada año, Eduardo Jiménez aporta una novedad para engrandecer la fiesta de San Miguel. Como en toda feria que se precie de tal no pueden faltar los caballos, el pasado día 29 de septiembre, un grupo de caballistas fue la novedad que, como colofón, puso el broche de oro final a la procesión de nuestro venerado Patrón, el arcángel San Miguel.
Las próximas metas que alcanzar son: disponer de una sede propia para el Grupo Parroquial y urgir a las autoridades municipales la reposición de la imagen de San Miguel en la fachada del Conservatorio de Música, antiguo Ayuntamiento, donde se encuentra también la imagen de San Juan de la Cruz, copatrón de Úbeda.
Mucho es lo que le debe Úbeda entera a este hombre entregado a su pueblo, que ha engrandecido su fiesta principal, la que da origen a su la tradicional Feria. Necesario es, por el bien de Úbeda, que reciba una justa correspondencia.

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