Versos sembrados, 17

19-11-2008.

94
 
Quizás
 
Hoy, ayer y mañana
tal vez siempre me exija un sacrificio,

tal vez nunca
consiga emborracharme, tal vez siempre, quizás,
porque mi vida se aguanta en los vaivenes
que un tiempo fueron algo,
tal vez hoy, quizás, mañana acaso
un barco llegue al puerto, me invite, te despida,
tal vez fue ayer que tuve
marcada la baraja
y dejé la luz fugarse,
visillos, porcelanas,
penumbra en nuestra cama,
quizás, tal vez despierte un gato,
ayer, mañana o nunca, tal vez
los girasoles escondan los racimos
de leche ya secada,
los vientos de este tiempo,
tal vez mi padre asome su pierna gangrenada,
mis hijas, la guitarra, Encarnita,
un crucigrama se meta en mi cabeza,
ayer no viene nunca,
quizás mañana, acaso un farol desconocido
me encienda otra vez más,
la noche, el alba, la fiebre de la piel,
la risa en marcha
jugando a no morir, el mar que pasa.
 
Tal vez ya nunca más. Quizás mañana.
 
95
 
Memoria
 
«Fuera de los deseos humanos no hay principio moral». B. Russell.
 
Aquella rosa de capitel,
aquella pinza encontrada en el aire,
y aquel azul ya deshojado y frío
en aquella vasija de cerámica.
 
Aquella curva caliente,
aquella golosina en la arboleda,
y aquel estambre silencioso y agrio
en aquella bocanada de arropía.
 
Aquella sanguijuela del estanque,
aquella mota de tormenta y rabia,
y aquel orgasmo primerizo y breve
en aquella España de fantasmas.
 
Aquella sinfonía de Mendelsson,
aquella luz violeta en la ventana,
y aquel arroz de novio chamuscado
en aquel toscalillo de secano.
 
Aquella parsimonia del reloj,
aquella lumbre convertida en agua,
y aquel escorzo de la fe dormida
en aquella página amarilla y sucia.
 
Aquella bola de cristal,
aquella jaula de Picón ya rota,
y aquel desván de sarampiones
en aquella guinda con licor de menta.
 
Aquella biografía de caricias,
aquella duda eterna en el cerebro,
y aquel poema que resume el alma
en este hoy, ayer definitivo.
 
96
 
Sigue «Panteos», un poema «mosaico» que se mudó muchas veces y que, os lo juro, no sé cuál fue su primera cuna, aunque esté publicado en Hominal presencia y hasta es posible que esté «repe» por ahí.
 
¿Poesía amorosa, religiosa, existencial? De todo un poco. Nos enseñaron siempre que Dios estaba en los lugares «solemnes y amenos». Yo lo sitúo, además, en otros lugares: náusea, sífilis, pubis, volcán… en toda la vida.
 
Esta idea se me repite machaconamente… y no puedo dejar de interesarme por ella.
 
PANTEOS
 
DIOS ESTA EN LA NIEBLA,
EN EL AMOR PODRIDO DE LA MANCHADA CAMA,
EN EL TREN QUE SE ALARGA POR EL TÚNEL,
EN LA HUELLA DE CERA DERRETIDA.
 
DIOS ESTA EN LAS VENAS
DEL GUSANO QUE REPTA CON SU BABA,
EN LA ANGUSTIA DEL OJO QUE SE SANGRA
CON LA RABIA IMPOTENTE DE LOS ODIOS.
 
DIOS ESTA EN EL CUBO DE BASURA,
Y EN LA GRIETA VOLCÁNICA QUE MATA,
Y EN LA MUERTE-TORMENTA, Y EN EL ESPUTO
DE LA SÍFILIS-HEMBRA, Y EN EL VACÍO.
 
DIOS ESTA EN MI TIEMPO, SIN CRONÓMETRO,
COMO UN DUENDE MALDITO QUE ME EMBRUJA
CADA VEZ QUE LO NIEGO. DIOS ES HOMBRE
QUE SE JUEGA CONMIGO LA PARTIDA
Y ME DEJA GANAR PORQUE HAGO TRAMPA.
 
DIOS ESTÁ EN TU CUERPO, CAMUFLADO.
ENTRE EL VIENTRE DE GOCES Y MI BARBA,
ENCERRADO EN TU LENGUA CUANDO GRITAS
UN JADEO DE FIEBRES Y DE SERPIENTE.
 
DIOS ESTA EN LA VIDA… Y EN TUS OJOS.

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