15-03-2008.
Cuando escribo esto, todavía no sé qué resultado obtendrá la llamada Orden sobre el Programa de Calidad (y otras yerbas) en los centros docentes públicos de Andalucía (BOJA 29‑02‑2008), respecto a sus objetivos pretendidos; ni siquiera, si ha sido un éxito o un fracaso esta Orden propuesta como método eficaz para lo dicho y su aceptación entre los diversos centros PÚBLICOS y andaluces de enseñanza.
Pero ‑independientemente de si ha sido una propuesta aceptada por pocos, algunos, muchos o bastantes centros de enseñanza PÚBLICOS de Andalucía‑, me meto en el tema por lo absurdo del mismo. Inicial y radical afirmación: ABSURDO ha sido lo gestado y creo que deberán estar felicitándose esas mentes prodigiosas que habrá (debo figurarme) en las oficinas de la Consejería del ramo y en las asesorías, tanto de la Administración como de las entidades sindicales, por haber dado lugar al parto de tal cúmulo de barbaridades.
Empecemos por afirmar, sin recato, que lo pretendido NO SIRVE ya ‑así de inicio‑ para ninguna mejora en la calidad de la enseñanza; no, no sirve, porque no es instrumento válido. Si en el asunto de la enseñanza hay varias partes con las que contar (creo no equivocarme si enumero a cuatro imprescindibles, como son ALUMNOS, PROFESORES, PADRES y ADMINISTRACIÓN), en este triste despropósito sólo se contempla al profesorado. ¿Será posible llegar a la mejora de la calidad y del rendimiento sólo con el concurso más o menos entusiasta de este sector…? Cualquiera que tenga dos dedos de frente sabe que eso así no es posible. Bueno, que tenga dos dedos de frente y ganas de utilizarla. Es falaz así todo el planteamiento de la citada Orden.
Encima, se trata despectivamente a los trabajadores de la enseñanza, y no sé qué es lo que ven los sindicatos de bueno en este bodrio. El planteamiento es así de subliminal (no tan subliminal, cuando se anunció a bombo y platillo ‑desde el inicio del año‑ que se les subía el sueldo a los maestros…, si trabajaban más). Trabajarán más porque se les pagará un extra “de productividad”. Bueno, para fabricar tractores; pero es que nosotros no estamos fabricando tractores; ¿o no se dieron cuenta las mentes prodigiosas de que se trata de moldear material humano (personas)? ¿Son piezas que salen uniformemente de un molde, en una cantidad uniforme, en un tiempo uniforme, que servirán uniformemente para el mismo quehacer y trabajo? Así habrán pensado los diseñadores de la citada Orden, cuando lo han regulado todo tan exactamente al detalle, tal, que de porcentajes está lleno el BOJA: cálculos, cantidades que aplicar, que detraer en su caso, que acumular en el periodo previsto… ¡Qué eminencias grises habrá escondidas por allí! ¡Debieron estar antes en el Ministerio de Economía!
Dinero que será mal invertido, si se gasta; pero que a algunos bolsillos necesitados pudiera venirle bien. Algunos pensarán, al respecto, que «ande yo caliente y ríase la gente». Si son tan absurdos los que velan por los intereses públicos, y ejercen como nuestros superiores, ¿vamos nosotros a ser sus ángeles guardianes?
Que la calidad y el rendimiento de la enseñanza no se mejorará, será un hecho. Es como si me dijesen que mejorase la extracción de arena con una pala, teniendo a mano una excavadora. Porque un hecho es que deberá transformarse radicalmente el sistema educativo. Creo que ese proyecto de “inmersión” lingüística hacia el inglés es correcto: es la lengua “franca” por excelencia y eso no lo evita nadie. Entren, pues, nuestros alumnos, en contacto cotidiano con ese idioma y tendrán más oportunidades futuras. Mas, identifíquense también (de forma clara, real y sincera, no dogmática ni partidista) los fallos básicos, los porqués; aclárense las materias, delimítense los contenidos de lo esencial, lo básico, lo fundamental y lo instrumental, útil para desarrollar luego todo el entramado educativo (sí, desde luego, lectura, comprensión de lo leído, escritura y claridad en la expresión oral y escrita, que es claridad de ideas, agilidad en el cálculo y en los operativos matemáticos, ciertas memorizaciones como ejercicio mental coadyuvante al desarrollo de la inteligencia y a la posterior información/selección de los contenidos que trabajar…). Estos pilares de la inteligencia valdrán para edificar posteriores edificios educativos y culturales. Son la leche materna del desarrollo intelectual de la persona. ¿Van comprendiendo la importancia real de lo que afirmo? Primaria bien diseñada y ejecutada, es lo que más se necesita; pero no con la forma pretendida. Hay que volver a cauces de normalización docente y dejarnos de experimentaciones absurdas, sin base pedagógica aplicable alguna.
Así, entrarían de lleno en la pretendida mejora, tanto los padres (se puede destruir en el medio familiar y del entorno del discente más de lo que se pretende construir desde el medio docente), como los alumnos (que deben ser colocados en disposición de aceptar, asimilar y desarrollar los conocimientos y demás ojetivos que se les apliquen), y estas autoridades político-educativas que se mueven más por intereses coyunturales o doctrinarios, alejados de conceptos y métodos educativos reales (aportando estructuras adecuadas, legislación oportuna, herramientas útiles). Nada de ello se contempla en esta Orden del 29‑02‑2008 que, por tener cantado su fracaso, hasta se publicó en un día que no se repetirá cada año. Como si su sino fuese desaparecer.
Por cierto… ¿Por qué aplicable a los centros públicos? ¿Es que los privado/subvencionados ya se supone que tienen un magnífico nivel de calidad y rendimiento…? Ustedes mismos pues, queridos administradores de lo público, ustedes mismos…