Ríe la fuente en aguas de tul.
Mira cómo saltan las gotas,
piando al compás
de una canción que se mece suave,
gritando entre rosas a orillas del mar;
de ese mar inmenso que llevo
rociado de amor,
y es amar.
Vuela el mirlo su pardo aleteo.
Sube hasta las nubes y luego,
se deja soltar.
Cae gracioso, con ritmo gentil,
sobre mi cuerpo que ríe,
trivial
y armoniosamente el arco de notas zafir
del amor.
Cantan las flores, bacantes al sol,
y su blando néctar perfuma sensual
mi pasión.