Como este cronista ha sido siempre pobre de necesidad y nunca tuvo la posibilidad de recorrer y conocer otros países, podríamos decir que este cronista no es un hombre muy “viajado”. Por eso, a la hora de elegir un destino para descansar, prefiere visitar las regiones españolas, porque como decía Cela: «Hay que amar a esta España que tiene la sangre envenenada y se nos va a morir entre las manos, cualquier día».