07-11-06.
Estoy de acuerdo con Pepe del Moral en que la estructura de nuestra página web es la adecuada para una mayoritaria participación, gracias ‑no lo olvidemos‑ al difícil trabajo aglutinador de José M.ª Berzosa. También en la vuelta de quienes se han ido definitivamente o retirado de forma temporal. «Todos somos imprescindibles», dije yo en mi última intervención en el Rincón del Café. ¡Todos!, amigo, con lo que eso significa. Todos incluye a cultísimos doctores, filósofos divergentes, científicos innovadores…, pero también a humildes pensadores que aportan su parcela vulgar o cultureta. No siempre vamos a disertar sobre Kant, Ortega o Julián Marías. También las cosas cotidianas de la vida enriquecen la comunicación de los seres humanos, que es de lo que se trata.
¿Y el debate político? También es cultura y puede tener cabida en nuestra página web siempre que se haga con respeto, sin insultos personales. El artículo de Antonio Pedrajas fue directo y duro, pero estoy seguro de que sólo pretendió responder a unas críticas hacia dirigentes del partido en el que él milita. La «escopeta cargada» puede entenderse como una metáfora o un deseo real. Lo último es impensable.
Sin ánimo de echar más leña al fuego, creo que llamar «culturetas, vulgaridades, chabacanería» a lo que algunos compañeros escriben (escribimos) es una falta de respeto. Cualquier opinión debemos aceptarla y respetarla, que no acatarla. De todos aprendemos y todos aportamos.
No es fácil meterse en la mente del otro, ponerse en su lugar, intentar sentir como él. Nuestras concepciones son demasiado rígidas e inamovibles. Y, en consecuencia, pensamos que el otro es el raro o el malo. Les pasa a los políticos con sus opositores, a los creyentes con los ateos, a los ateos con los creyentes, a los negros con los blancos, a los blancos con los negros, a los payos con los gitanos, a los gitanos con los payos, a los fanáticos con los relativistas, a los relativistas con los fanáticos.
No te vayas, Pepe. Vuelve, Dionisio, con más historias de la Safa. Regresa José M.ª Ruiz Vargas. Escribe, Fernández Arévalo. ¡Ánimo, Ballesta! ¿Qué pasa por Cádiz, Verdera? Sigue, Enrique Hinojosa. ¿Cómo se integra la gente en El Ejido, Paco Fernández? Cuéntanos de nuestros amigos marroquíes de Xauen, Pertíñez… Participad todos sin miedo a la cultureta o a la vulgaridad, que no debemos regir nuestras opiniones por el miedo a coincidir con otras personas, sino por el miedo a no coincidir con la verdad. Las formas y los fondos de cuanto escribimos deben diversificarse en la más arbitraria armonía. Y quien esté libre de contradicciones, que tire la primera coherencia.
Terminando esta colaboración, leo que Dionisio ha vuelto. Me alegro sinceramente por él y por nosotros. Todos debemos reflexionar y darnos una ducha de humildad. Al fin y al cabo lo que importa es la amistad y el reencuentro. ¿No es este el sentido de nuestra Asociación? Precisamente fue Dionisio quien me convenció para entrar en ella; y yo, a Pepe del Moral. Pues eso. Pelillos a la mar y “p’alante”, amigos.