Crónica de un día de «cole»

25-10-06.
Lo que pasa al principio de un nuevo curso: abrazos, lágrimas, los que no quieren entrar, los que no hacen más que hablar y gesticular y casi todos sin hacer caso al maestro ni al timbre.
—¿Y esos niños que llegan tarde?
—Salimos de Alcalá charlando de la venta de pisos, de los premios Príncipe de Asturias, del Real Madrid/Barça… y de pronto nos encontramos en una carretera desconocida y sin saber si nos llevaba a Úbeda o a Las Gabias…

—Niño, otra vez te inventas algo más verosímil.
—Juro que es verdad.
El maestro D. José María, en el centro y mefistofélico, da la bienvenida a todos, saluda a los alumnos nuevos, a los repetidores y justifica a los ausentes.
El Berzosa que pasa lista: fulanico… presente; zetanico… está de boda… ha ido a probar la yunta… enfermo… sin justificar…
¡Pero cómo duelen las ausencias!
La tutora rubia, que nos lee un relato de hace un año con el que estamos de acuerdo en todo, sin osar objetar. (Con su estatura y con sólo mirarnos cualquiera se atreve).
Un adjunto musical, el maestro Herrador, nos manifiesta su contentura porque las cuentas del cole van bien y con incremento del saldo por intereses bancarios de un 0,027 (no sé si en euros o en pesetas, que no es lo mismo).
De pronto un espontáneo… ¡calla hombre! (Yo mismo puedo valer).
Una mano que dice:
—Quiero exponer una proposición leída, pero decente.
—Tenías que ser tú… Anda, sube.
(Segundos hasta que llego).
—Presento a un gran maestro: Don José Fernández(Se ruega leer en otro documento, que por razón de espacio no puedo escribir ahora).
No hice más que recordar la pragmática de mi tocayo Enrique. A saber:
PRAGMÁTICA DE ENRIQUE II, REY DE CASTILLA
(1319)
Por cuanto en los nuestros reinos y sennoríos non se puede pasar sin MAESTROS que ensennen las primeras letras; por ende ordenamos y mandamos que la casa que el MAESTRO eligiera para su menester y ensennanza non se la quiteis nin fagais quitar…
Ítem: Nos ordenamos y mandamos que los MAESTROS examinados non sean presos nin molestados por ninguna causa nin razón, nin lleveis a la carcel publica sin dar primero cuenta a nuestro Consejo… sino que fagan y gocen todas y cualesquiera preeminencia y franquicia que gozan los fijosdalgos por cuanto están ensennando a nuestros fijos.
Ítem: Ordenamos y mandamos a las nuestras justicias que si los MAESTROS tuvieren algún pleito, lo fagais ver primero, y a los justicias y escribanos. Nos mandamos salgais a recibir a los MAESTROS tres pasos a vuestra audiencia, y deis asiento y les oigais y guardeis justicia.
Ítem: Nos ordenamos y mandamos que non le fagais salir por fuerza en actos publicos y alardes, si el, de su voluntad, non fuera.
Ítem: Por fallarnos bien servidos y pagados de nuestros MAESTROS, que nos ensennaron, asi en estos como en los que fueren en adelante, les concedemos que estando en acto de non poder ensennar y fallan ensennado la Doctrina Cristiana cuarenta annos, es nuestra voluntad que gocen todas cuantas gracias y privilegios gozan los Duques, Marqueses y Condes de nuestra casa, y se les de para sustento lo que ubieren menester cada anno… ONRA A TU MAESTRO.
(Otro día la comentaré. Es preciosa, ¿no os parece?)
Paco Fernández, hijo del acusado, recoge la medalla emocionado.
Además, propone que se estudie un merecido homenaje al personal denominado no docente.(Yo creo que es muy docente también).
Y sigue Mefistófeles (les ponemos motes a todos los maestros):
—Este año vamos a tener los mismos tutores por deseo de ellos y complacencia general del alumnado. (Aplausos). Se incorpora Juan Ramón Martínez, también ausente. (Aplausos tímidos).
Hay medallas para tres nuevos alumnos: una pareja muy ennoviá, muy salaos ellos y un grandemente esperado -ya era hora-, Rafael Hinojosa, ‘Politecantropus’. (Aplausos generales, que para eso es mi hermano y buen trabajico que me costó que se asomara).
Entonces va este último aludido y nos muestra una caja de cartón, atada con guita añeja, procedente de un rincón olvidado del trastero de su casa, cuando estuvo en Lisboa, con cincuenta ejemplares llenos de poesía, que nos regala en justa correspondencia. Dijo (sic) «que necesitaba el lugar que ocupaba la caja para poner, también de cartón, un toro grande de Osborne». Eso dijo, el muy empollón.
A continuación, vino un maestro con más estudios -Almagro se llama- y enchufó un aparato del que salían proyectadas unas bellas frases con dibujos alusivos, eslóganes, anécdotas, ocurrencias, vivencias personales… en fin, muy interesante, ilustrativa, amena y atractiva, porque dividió la historia de la Escuela de Magisterio en dos grandes períodos:
—Desde su fundación hasta que entraron alumnas.
—Y desde ese momento, en que ya no estaba yo, hasta nuestros días.
Algunos (los descontentos y zotes de siempre, don José María) protestaron y pidieron el recreo.
Pues por ello se ganó, bien merecida, una placa de este nuestro colegio.
Don Pablo Utrera, el gran Pablo, jubilado pero tan activo, hizo las paces con el ex alcalde de Andújar y se dieron un abrazo (en realidad fue un apretón de manos, seamos legales). Nos informa sobre el presentador del libro Así escriben los antiguos alumnos de la Safa de Úbeda, que edita Caja de Jaén. Y digo yo que, después de echarle un vistazo al libro, no escriben muy mal esos antiguos alumnos… Han mejorado la caligrafía, exquisita ortografía (repasada), buena presentación (algunas muy largas y otras demasiado cortas)… Ahora tienen ideas y las expresan… Buenos, muy buenos. Hombre si los comparamos con los actuales… ¡Ya estamos… que si la niña fuma!
Pablo, feo de bueno, tan escribidor y tan activo editor, empezó a repartir saludos por doquier, abrazando a las autoridades civiles y religiosas, ascendientes y condescendientes y medios de comunicación en general… Nos regaló su alma grande, que ha hecho posible la publicación de esta obra. Y dijo -no estoy seguro- que habrá volumen II. Gracias de corazón.
El ex alcalde pesoísta, safista y ecónomo nos da un libro por haber hecho los deberes; o tres, a los más aplicados.
¡Cuántos proyectos por proponer! ¡Cuántos por hacer!, Dionisio.
Y nos salimos a la explanada donde Pepe Aranda, el grandullón humano, megáfono en ristre y subido en una escalera móvil nos decía:
—Por favor, los guapos delante… Pero, ¿dónde vas, Berzosa? Tú, detrás…
Claro que con socarronería mal disimulada, todos querían ponerse en primera fila (salvo el buen Stefan de Vos, que sobresale dos palmos en talla a nuestra generación, debido ‑cuentan los que lo vivieron‑ a la escasez del régimen alimentario… y gracias a que se hacía deporte, que si no… Doy fe).
La Foto Universal se quedó en Foto Aldea Global; pero tan valiosa y querida como la que más. Ya la veréis. Más gracias.
(Qué gozo dar un abrazo al padre Mendoza, a Sebastián López, Paco Orellana, Manuel Jurado, Jesús Ferrer, Antonio S. Montoya, José Pertíñez, Pedro Ramos, José Jiménez, Juan Miguel Valcárcel y a tantos…).
A continuación nos fuimos a un hotel de 4 estrellas y compartimos mantel y plática antiguos alumnos de Magisterio y de Formación Profesional en perfecta armonía, en una demostración, sin precedentes, de paz y convivencia.
(Quieren copiarnos la fórmula catalanes, vascos, andaluces y extremeños. ¡Ay, Del Moral!: Vamos a dejar a los pobres gallegos, que con la racha que llevan de incendios, inundaciones, más fuegos, políticos varios… ¡Ah!, ¿sabéis lo último?… La recién casada, a la que le han metido en la maleta dice, siete balazos y dos detonadores…
—Si sé que el matrimonio, la luna de miel, Cancún, la cárcel–hotel y hasta el cónsul mexicano eran… Así iba yo a dejar la peluquería… Del marío ni os cuento).
Sí os cuento el menús que celebramos junto a una boda. (¿Esto es el maridaje?).
La comida fue generosa, con miradas furtivas a los años cincuenta y sesenta. Destaco:
  • Habitas con jamón… ¿Os acordáis que os prometí habas de mi huerta? Yo cumplo siempre.
  • Patatas a lo pobre de veintiséis euros, mojama (seca como la misma palabra), gambas con gabardina, rodajas de no sé qué, albondiguillas chiquitillas puñeterillas, solomillos, bacalados, tarta, helados (nótese la rima consonante en ados).
  • También cervezas, vinos, una fanta que otra (los conductores), champagne (cava catalán y sidra gaitera), cafeses…
Pude observar:
  • Que el maestro se fue a medio comer.
  • Que el Pedrajas salía del comedor cada cinco minutos y volvía aún echando humo porque, creo, ha suspendido una redacción en la que se pasó dos pueblos con un colega.
  • Que Stefan de Vos es una excelente persona y que ya no tiene sabañones; y además regaló cienes y cienes de fotos de la asamblea anterior.
  • Que el Ferrer hizo un estudio antropológico de los tres hermanos Hinojosa presentes y llegó a una cruel conclusión: Rafa y Enrique no son hermanos. El zumo de uva hacía su efecto locuaz, prosado y atrevido.
  • Que el Sebastián López, mayor pero poco, sigue tan lucido y lúcido.
  • Que el Juan Torres es rico porque se salió del magisterio, se hizo banquero y se casó con hija única. (Aprended).
  • Que el Juan Márquez me contó dos anécdotas del P. Navarrete que ya os contaré.
  • Que el Pedro Ramos me felicitó por el premio Arcipreste de Hita de mi hijo y que yo prometo (es corto, pero jondo) enviar a nuestro cole.
  • Que la corbata que lucía Pepe Jiménez era italiana, pero de las largas.
  • Que digo yo que escribiréis otras actas más académicas que ésta, porque si no estamos aviaos.
  • Que venía de Oviedo de ver a Almodóvar. Mañana tengo que ir a Madris al fútbol y el lunes a la escuela.
  • En la puerta del hotel, aún nos resistíamos a la despedida. Entonces me percaté de su presencia. En un rincón, de pie junto a un banco, estaba ella. Recogía su pelo blanco un pañuelo algo ahumado y descolorido. Delante, su hornilla de carbón con la sartén agujereada y unas castañas asándose, mientras retorcía el papel de periódico, queriendo hacer un cucurucho. Me miraba a hurtadillas, con sus ojos llorosos también por el humo. Le compré el mejor postre de mi vida y me acordé de mi madre, que se nos fue un día de invierno.
Adiós, CASTAÑERA DE BÉTULA.
Paz para todos y un fuerte abrazo.
21 de octubre de 2006.
Fotos enviadas por Pepe Aranda.

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