Antiguos Alumnos de Magisterio SAFA (AAMSU)
Llegó a la Safa al final de los años cincuenta, procedente de la Universidad de Comillas. Inexplicablemente, al final del sesenta y dos dejaba Úbeda por prescripción de la dirección del Centro. En esos pocos años se ganó el afecto y la admiración de sus alumnos y de los pequeños que soñaban con llegar a la Segunda División para conocerle de cerca y vivir aquel mundo de libertad y actividad, producto de su inagotable imaginación. Creo que no hay parcialidad alguna en el comentario y que, en el tiempo que dedicó a las Escuelas, caló en nosotros mucho más hondo que la mayoría de los profesores con quienes coincidió. La prueba irrefutable es el increíble poder de convocatoria que, después de cuarenta años, mantiene entre los que le conocimos. Toda la comprensión que hubo para otras personas menos preparadas se le negó, repito, inexplicablemente. Sus acampadas serán inolvidables para los que tuvimos la suerte de vivirlas; sus viajes en auto-stop envidiados para los que no le pudimos acompañar y las obras de teatro que organizaba, después de tantos años, siguen vivas en nuestra memoria. Recuerdo como si fuera ayer la representación de Escuadra hacia la muerte en el Ideal Cinema.