LECCIONES DE HISTORIA
La Universidad de Valencia, donde terminé mis estudios de licenciatura en Filosofía y Letras, sección de Historia, gozaba de un gran prestigio, con profesores eminentes como Tarradell, Reglá o Jover.
Pero al contrario que Joan Reglá, catedrático de Historia Moderna, magnífico profesor, amigo de Jaume Vicens Vives, con cuyo nieto, del mismo nombre, tuve el honor de colaborar en la Editorial Vicens Vives, D. Antonio Ubieto Arteta, profesor de Historia Antigua y Media de España, no gozaba ni del predicamento ni de la cualificación ni del humanitarismo de D. Juan Reglá. Afortunadamente, llevaba aprobada por la Universidad de Granada, la Historia Medieval de España. Con él tenía que cursar la Historia Antigua de España y, como no le gustaba ni estaba preparado para ello, se limitó durante todo el curso a la lectura de la Ora Marítima de Avieno, sin que me pudiera escapar de vez en cuando de la asistencia a clase porque me había convertido en el lector de dicha obra, sin ningún añadido o comentario por parte del catedrático Ubieto.
Algo similar me sucedió con la dirección de la Tesis de Licenciatura (Tesina), sobre “Relaciones comerciales en el reinado de Alfonso V el Magnánimo” que dejó en manos de Amparo Cabanes, su ayudante, experta en Paleografía y conocedora de la lengua valenciana en que estaban escritos los Anales de la Corona de Aragón en el reino de Valencia.
Sin embargo, a pesar de sus grandes lagunas como profesor de Historia Antigua y Medieval, estaba acertado, a mi juicio, en la descripción de la figura histórica de D. Rodrigo Díaz de Vivar, “El Cid”, al calificarlo como hombre de frontera. Y ¡ay del que osara contradecirle!
Desde luego, si recorremos la vida, las campañas y las aventuras del Cid Campeador, hemos de convenir que sus veleidades políticas lo convierten en un aventurero y un mercenario de la guerra, aunque en la comprensión del personaje hayamos de acudir, inevitablemente, al contexto en que se desarrolla toda su actividad, un siglo XI en el que se va a producir el inicio del cambio de la dominación musulmana a la cristiana, tras la descomposición del Califato en Reinos de taifas.
- EL CID CAMPEADOR
Un gran mito de la Historia de España:
Jefe mercenario al mejor postor;
de moros o cristianos valedor,
ya Alfonso o Mutamin, siempre en campaña.
Éste sería el perfil verdadero
de aquel buen vasallo con mal señor
que nos pintan del Cid Campeador:
más que un noble ilustre, un aventurero.
Queriendo dignificar nuestra Historia
falsean el papel de una figura
simbólica y dudosa trayectoria.
Y se intenta construir una cultura
patriótica en la que llenan de gloria
lo que tan solo fue una historia oscura.
Cartagena, enero de 2023. (Juan A. Fdez Arévalo)