SATURNO DEVORANDO
A SU HIJO/HIJA
(Francisco de Goya, 1823)
En la Quinta del Sordo refugiado,
lleno de males y patologías,
da rienda suelta a sus melancolías
y se transmuta en un ser angustiado.
Elimina el dibujo y el color,
combinando un rabioso expresionismo
con un intencionado simbolismo,
que explican su tristeza y su dolor.
Un cuadro violento y espeluznante,
donde Saturno a su hija devora,
en una imagen cruda, horripilante,
de una monstruosidad desgarradora.
Goya une pesimismo y negrura
en una cruel y morbosa figura.