Una gavilla de exposiciones, 1

Por Fernando Sánchez Resa.

Llevaba tiempo rondando en mi cabeza comentar las buenas impresiones que me ha causado la laudable labor empresarial que la galería de arte hispalense “Félix Gómez” viene ejerciendo desde 1991 (cuando inauguró la primera sala, en la calle Castellar), siendo una de las más veteranas de Sevilla, ya que ha sabido resistir todos los embates vitales en su recóndito espacio de la calle Morería, nº 6, junto a la plaza del Cristo de Burgos, sirviendo de referencia permanente desde 1997.

Por eso, hoy quiero dejar constancia de las siete exposiciones llevadas a cabo desde que publiqué las dos últimas, el pasado 19 de febrero (http://www.aasafaubeda.com/index.php/escritos/9-variedades/4692-dos-nuevas-y-lindas-exposiciones). Son tres del curso artístico pasado (2017-2018) y cuatro del actual (2018-2019). Todo ello, con el apoyo gráfico correspondiente, para que la posteridad pueda ser testigo de la persistente apuesta de ambos “Félix González” (padre e hijo) por el arte y la cultura; y más en estos tiempos difíciles y de crisis permanente en los que nos encontramos, siendo siempre incansables promotores de artistas jóvenes (y también de más mayores) andaluces, españoles e internacionales de reconocido prestigio y acogiendo toda clase de técnicas y expresiones artísticas dentro del arte contemporáneo en su coqueta sala, en donde les ha salido últimamente un diálogo artístico español norte-sur sin ellos proponérselo.

A cuatro de ellas no he podido asistir a sus inauguraciones por motivos varios, pero todas las he disfrutado después en soledad, incluso varias veces, como humilde aficionado y admirador al arte que soy, siempre tratándole de extraer su pulpa más sabrosa, personal e intimista.

La exposición de Horacio Hermoso es la primera que comento. Fue inaugurada el 9 de marzo y estuvo abierta hasta el 30 de marzo de 2018. Destacó por la materialización cromática y de diseño de su universo personal, claramente distinguible y resaltable de otros artistas que han desfilado por esa sala de exposiciones. Tuve la suerte de saludarlo, darle mi enhorabuena y fotografiarlo, sabiendo que es nieto del alcalde sevillano republicano que fue fusilado por Queipo de Llano en 1936 y que su padre era muy amigo del pintor Santiago del Campo. Esta muestra no dejó indiferente al público que la visitó porque su luminosidad, su colorido y su efervescencia pictórica impactaron sobremanera.

La segunda fue “Destellos del alba” de Xabier Agirre. Se inauguró el 6 de abril. En ella pude apreciar cómo su autor sabe sacar partido de los lugares que visita o va a disfrutar, según el momento del día en el que se encuentre, descubriendo su magia y hora adecuadas, valiéndose de los elementos que la naturaleza le muestra para elaborar su genuino estilo con pinceladas constructivas de su universo pictórico; usando, incluso, la fotografía para rememorar paisajes y encuentros que nunca olvidaremos los visitantes de esta exposición. Y más si, alguno como yo, tuvo la suerte de charlar pausadamente con el artista, con su destacado timbre norteño y recibir sus convincentes explicaciones.

«Vestigios de anteayer» de Juan José Fuentes Reyes, fue la tercera y se inauguró el 6 de junio. Este artista cordobés nos presentó sus obras de los años 80 y 90, la mayoría de pequeño tamaño y de temática y ejecución variada, con marcos que habían sido adquiridos en mercadillos, sorprendiendo al visitante con sus múltiples detalles al ir recreando, cual calidoscopio del pasado, un mundo de ensoñación que nos podría parecer anticuado, usando más el dibujo abstracto que el figurativo y entremezclando principalmente el claroscuro con la eclosión de un colorido fantasmagórico especial.

La cuarta: «Pinturas en el edificio Iberia, Colonia de Cuauhtémoc, 2013- 2017″ de Pepe Cortines, fue inaugurada el 13 de septiembre. Este arquitecto y artista sevillano ha aprovechado su trabajo en los últimos años en México para presentarnos sus experiencias pictóricas de un icónico edificio de la capital mexicana, cual metáforas del arte elucubradas y ejecutadas al unísono.

Seguramente que sus caóticos desplazamientos en taxi o metro en la mega urbe de Ciudad de México han podido insuflar su pulsión creadora, en la que aparentemente el caos viene a apoderarse de los cuadros de Cortines, pero demorándose en el tiempo para que sus manchas de colores tomen fuerza o carnadura de monstruos imaginarios, mientras que su fuerte impresión y colorido devoran las voluntades de los espectadores que pasan por aquella sala. Su fantasía creadora se hace colorista realidad, quizá inspirada por los antiguos artistas pobladores de la civilización azteca o maya.

BOXES. Homenaje a Joseph Cornell, ha sido la quinta exposición y una muestra conjunta de 15 artistas que se inauguró el 5 de octubre y estuvo abierta hasta el 3 de noviembre.

Joseph Cornell (24/12/1903-29/12/ 1972) fue director de cine, escultor, pintor estadounidense y uno de los pioneros y exponentes más destacados del denominado arte del assemblage, recibiendo influencias de los surrealistas y siendo un cineasta experimental del vanguardismo. A inicios de 1958, sufrió un accidente automovilístico que lo dejó con capacidades reducidas.

fernandosanchezresa@hotmail.com

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