Por Salvador González González.
Confieso que me ha sorprendido el título en un artículo publicado en el diario Sur de Málaga, referido a la existencia en Dos Hermanas (Sevilla, aquí a la vuelta de la esquina como quien dice) de una fábrica que da trabajo a 31 trabajadores y que fabrica sobre 500.000 vaginas de plástico, que se exporta un 95% a Europa, pasa, por lo que daba la información, por ser la más “productora” y “mayor” de Europa.
Leído el artículo, pensaba que formaba parte de lo que como tantas cosas “pseudo-modernas “se están imponiendo…, los llamados “juguetes eróticos”. Pero los propietarios de la fábrica, un matrimonio Texano, al explicar la causa de su origen inicial, lo justificaban en un embarazo de alto riesgo, y la connivencia de su esposa embarazada, con la que, debido a ello, no podía “conocer” (término empleado en el antiguo testamento). Ésta le dio su consentimiento a su fabricación, con la condición de que el objeto y su uso “fuera discreto”. Después, aparte del uso indicado, se extendió a vecinos, amigos…, de manera que, lo que empezó como sucedáneo de relaciones maritales imposibles por riesgo de la gestante, se transformó en un negocio con todas las de la ley, al parecer con pingües beneficios.
Como es obvio, no entro en la moralidad o no de semejante producto, ni si se pretende vender en farmacia para problemas de índole sexual, como eyaculación precoz, prostatitis… Cada cual sabrá a qué atenerse y valorar su uso. Aunque, en principio, opino que todas las cosas no son buenas ni malas “per se”; es el uso o para qué las empleamos lo que determinará su valor o no, para las personas. Igual podemos decir, por ejemplo, del vino, que algo tendrá de bueno cuando lo bendicen; sin embargo, empleado exageradamente y sin control, produce situaciones lamentables en las personas; o las armas, cuyo empleo siembra muerte y destrucción; pero, cuando éste tiene un carácter meramente defensivo o se usa para derrocar a un tirano que tiene esclavizados y martirizados a los ciudadanos. Ya no es tan cuestionada e incluso permitida su utilización y así, con tantas cosas fabricadas por los hombres. Si además da puestos de trabajos, como al parecer esta fábrica los ha creado, en nuestra tierra, farolillo rojo en el desempleo, pues “miel sobre hojuelas”.
Lo que me lleva a realizar este escrito de opinión es la deriva que está tomando esta sociedad actual, donde la relación personal, cada vez se va introduciendo en el aislamiento y la falta de contacto personal. Ya hay objetos (muñecas de látex) que fomentan el uso individual y aislado de una persona con ellos, a la búsqueda de su satisfacción personal. Por este camino y con los adelantos tecnológicos, la aparición de robots de usos privados, en todas sus facetas, no tardaran en aparecer, con lo que se producirá una gran contradicción, en una etapa en que la comunicación se ha establecido de una manera general y prácticamente en tiempo real. Parece que la relación interpersonal directa y física está decayendo enormemente. La convivencia entre parejas cada vez parece más difícil y, en algún caso, se hace imposible. De ahí se explica muy mucho la audiencia de programas que pone en contacto a personas en soledad, como el que patrocina Juan y Medio en Canal Sur.
De seguir en este paso, además de que el mantenimiento de la especie corre riesgo, sobre todo en el primer mundo que llamamos desarrollado, (donde al parecer se está imponiendo un Onanismo de nuevo cuño, Gen Cap. 38, v. 1-10). ¿Desarrollado de qué? El problema puede tomar unas dimensiones bíblicas, nunca mejor dicho; pocos quieren traer vástagos al mundo, con lo que la pirámide poblacional no hace más que crecer en las edades de sexagenarios para arriba, con problemas de falta de relevo, de aquellos que tienen y deben sustituir a las generaciones que van camino de desaparecer, y que, además, deben sostener a todos los que ya no son aptos de generar nada…
Muchos llevan su egoísmo a no querer aceptar a emigrantes de otras latitudes, cuando hoy por hoy, al menos en España, son los que mantienen la esperanza de recuperar el crecimiento poblacional en positivo.
Seguro que todavía habrá quien piense que la solución vendrá de los propios avances: hijos probetas, clonaciones…; o sea, más deshumanizaciones al por mayor; pero ojo, hay opiniones, muy fundadas, de que la inteligencia artificial es uno de los grandes enigmas del futuro; pues (desde 2001, Una odisea espacial, Stanley Kubrick), muchos opinan que habrá que estar alerta, porque puede, en un momento, aparecer un día en que éstas pueden revelarse contra su creador: el hombre, como en cierta forma nosotros, se está revelando contra la naturaleza con las pautas que he narrado.
Recientemente, aunque en una línea distinta, pero también por la prevención antes del uso de la robótica, Europa ha legislado la obligación de la implantación en éstos, en ese futuro, ya presente, del llamado “botón de la muerte” robótica, de manera que si éstos se desmadran, exista un último botón que, al pulsarlo, lo detengan e incluso destruyan, resolución que fue aprobada por 326 votos a favor, 123 votos en contra y 83 abstenciones y, así mismo, reclama a la U.E. una legislación especial adaptada para un futuro, en que la inteligencia artificial, tendrá un papel protagonista y, con ello, se invita a la C.E. a preparar una propuesta que dedique especial atención a los aspectos éticos de la robótica.