23-04-2010.
El amor ha llamado a mi corazón varias veces siempre muy quedo, muy despacio. Así tengo que confesarlo. Se dice que «el casamiento y la mortaja del cielo bajan», y yo la última y definitiva vez que me enamoré sentí un fuerte golpe en mi corazón, golpe que aún siento. Y me casé, y llevamos cerca de seis décadas de verdadero amor creciente.