Las teorías sobre el reparto de la propiedad se desmoronan cuando se descubre el patrimonio inmobiliario de algunos socialistas de relieve. Y que cada uno piense en quien quiera.
Nelson le temía a los días de la luna como a una vara verde. Después del aburrimiento y de la fárraga del fin de semana, los lunes se le presentaban como ese rostro de monstruo invencible. O de fantasma épico.