La máquina del tiempo

14-11-2009.
A Mari Tere,
deseándonos un tiempo compartido.
 
Se nos va entre las manos,
apenas lo has pensado

y ya es cosa del pasado.
Quisieras detenerlo,
fijarlo en un instante
y se esfuma como humo desvaído.

Intentas proyectarlo
como futuro incierto,
y ya es ayer.
Entonces, ¿para qué medirlo?
Cual dioses efímeros,
quisiéramos cogerlo dentro
de nuestras manos cerradas,
mirarlo, por un momento,
con la ilusión de sentirlo
agarrado y esposado en nuestra muñeca…
Y ya es ido.
(El tiempo pasaba en el Massimo Dutti).
4 de noviembre de 2009.

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