08-10-2009.Ayer estuve hablando en la Safa con José Jesús Risueño, director adjunto de la Escuela de Magisterio, y me confirmó dos noticias, que yo estaba esperando para poder transmitirlas a través de nuestra página web. Una, que la inauguración del curso se celebrará el próximo día 21 de octubre; otra, que se estaba gestando la creación de los Premios Safa para la Investigación Pedagógica de sus alumnos1 de Magisterio.
Al lado estaba mi querido Antonio Almagro, asociado nuestro, que me dedicó unas sentidas palabras de respeto y consideración. No me enfadé con él; pero le dije que no se pasara en su apreciación. Para entendernos: me dijo que me consideraba muy joven y atlético para la edad que tengo (66 años, recién cumplidos). Y yo le dije que mi barriga es amplia y que mis pelos cerebrales son escasísimos (los otros, no: los de los brazos y las piernas, ¡eh!).
Bueno. Vayamos por partes.
Jesús me dijo que a las diez y media se celebraría la misa y a las once y media (del día anteriormente anunciado) se iniciaría el Acto de Inauguración del Curso en el Salón de Actos de la Safa. En él, nuestra Asociación entregaría sendos títulos y las respectivas medallas a los tres mejores expedientes de las diferentes especialidades de la carrera de Magisterio. La razón de atrasar este reconocimiento se debe a que, el curso pasado, se produjo un error de selección, porque los datos no estaban completa y perfectamente seleccionados. Para evitar las protestas consecuentes, han decidido retrasar dicho reconocimiento, para que los seleccionados sean los auténticos y justos triunfadores. Así que, a partir de ahora, lo que antes se celebraba al final del curso, se realizará al inicio del curso siguiente.
En cuanto a Antonio, me ha dicho que está en la gestión de las bases de méritos para la consecución de los diferentes Premios, por la investigación de alumnos y profesores en el campo pedagógico. Que, hasta la Navidad o el Año Nuevo, no tendrá confeccionado el sistema; pero que está en ello y que le agrada la idea. O sea; que, por fin, vamos a conseguir unos de los aspectos señeros que fortalecen a nuestra Asociación: el cariño y la consideración hacia nuestros sucesores profesionales o estudiantiles de Magisterio.
1 Cuando no se distingue el género, se utiliza la forma masculina, no marcada y extensa para ambos géneros porque, en una oposición lingüística, el término no marcado puede incluir al marcado; así, el hombre, ‘raza humana’, incluye el masculino hombre y el femenino mujer; lo cual quiere decir que el femenino es de significado intenso cuando se funden los dos valores:
Los alumnos (+él +ella ±ellos ±ellas), por oposición a los profesores (+él +ella ±ellos ±ellas).
Los padres (+él +ella ±ellos ±ellas), por oposición a los hijos (+él +ella ±ellos ±ellas).
De los dos géneros, el masculino es el de mayor extensión o término no marcado, y el femenino es el de mayor intensión, o término marcado; por eso, cuando se produce la indistinción de ambos géneros, se utiliza la forma masculina: los alumnos (tanto hombres como mujeres) en oposición a los profesores; los hombres en oposición a los animales; los padres en oposición a los hijos…
femenino. Es un morfema gramatical exigido por el significado léxico del sustantivo y que se refleja en un significante que suele ser una ‑a final: perra, mesa, guasa; y a veces la ‑o: mano, radio, moto. Otras veces, a pesar de la ‑a final, no hay femenino: poeta, mapa, día.
masculino. Es una de las dos categorías combinatorias en que se dividen los sustantivos según el género gramatical. El masculino es el de mayor extensión o género no marcado, por lo que puede incluir tanto al femenino como al masculino, cuando el uso permite la indistinción: los padres, los compañeros, los alumnos significan el padre y la madre, el compañero y la compañera, el alumno y la alumna, respectivamente.
neutralización. Es la anulación de los rasgos que marcan las diferencias entre los diversos términos. Así mucho está neutralizado gramaticalmente en he leído mucho; el cotexto puede darnos a entender ‘mucho tiempo’ o ‘muchas horas’. La neutralización semántica permite usar el masculino singular para toda condición humana en frases como el hombre es mortal.