Úbeda la Vieja

27-09-2009.
Gracias a Fernando Sánchez Resa (por un correo que me envió), me he enterado de cuatro actividades que ha previsto el Museo Arqueológico de Úbeda, a las que mi mujer y yo vamos a asistir (y algunos de vosotros a la última de ellas, el 24 de octubre).

Ayer cumplimos la primera visita, de la que nos entregaron esta información:
El yacimiento arqueológico de Úbeda la Vieja, situado a unos diez kilómetros al sureste de Úbeda, se asienta sobre un prominente espolón formado por dos cerros que se levantan unos 400 metros sobre el nivel del mar, en la margen derecha del Guadalquivir, justamente frente a su confluencia con el río Jandulilla.
Este emplazamiento mantiene una posición privilegiada, ocupando una extensión superior a las diez hectáreas, en plena depresión del Guadalquivir, regada por el río, con suelos fértiles y profundos, y un gran potencial para el desarrollo de cualquier tipo de explotación agraria, particularmente cerealista.
A pesar de que las únicas excavaciones, con garantías científicas, fueron llevadas a cabo por el Departamento de Prehistoria de la Universidad de Granada a mediados de los setenta, que permitieron documentar la existencia de fases del Bronce Pleno, bajo tres metros de materiales estratificados de época ibero-romana, este yacimiento es ampliamente conocido no sólo en el ámbito local y comarcal, sino también a nivel de los especialistas en arqueología, ya que son varias las publicaciones y trabajos de carácter científico o general que tratan el yacimiento de manera más o menos detenida.
Sobre su cima amesetada y pronunciadas laderas, son muy abundantes los restos de muros y construcciones, así como restos cerámicos y arquitectónicos de época ibérica y romana, algunos de los cuales se encuentran depositados en el Museo Arqueológico de Úbeda. En algunos sectores, aún se conservan en pie tramos de grandes construcciones de carácter público, destacando un gran lienzo de pared de unos veinte metros de largo por unos seis de altura, correspondiéndose a una edificación de forma rectangular de la que se conservan los cimientos en sus otros lados.
Por toda la superficie del yacimiento se observan agujeros abiertos por excavadores clandestinos, muchos de ellos practicados en los perfiles situados en la margen izquierda de la carretera, donde es visible una sucesión estratigráfica de más de cuatro metros. La secuencia cultural que ofrece la estratigrafía del yacimiento, así como los restos que se pueden recoger en superficie, abarca desde un momento final de la Edad del Cobre ‑pasando por un momento argárico, perteneciente a la Edad del Bronce‑ hasta el Bronce Final-Hierro Antiguo. La gran mayoría de los restos son iberos y romanos.
La importancia arqueológica del yacimiento está fuera de toda duda, a pesar de que, como hemos señalado, las investigaciones sistemáticas a nivel de excavaciones científicas han tenido como objetivo reconocer y documentar la estratigrafía que ofrecía el yacimiento de forma muy puntual.

Encarnación Gómez de Toro                   Rafael Lizcano Prestel
        Arqueóloga ALPE                             Arqueólogo Municipal
Ayuntamiento de Úbeda


Yo ya conocía el entorno, porque había sido un interesante espacio de una de las rutas ciclistas que realizaba in illo témpore (ya he dejado la bici). Hoy hemos bajado en dos autobuses, que han tenido problemas con los charcos y los hoyos que las últimas tormentas han dejado como huella en el último tramo de la ruta. Detrás de nosotros venía, en su coche, Fernando de la Paz, por lo que la vuelta la hemos realizado con él, por otro trayecto menos complicado, aunque más estrecho. (He aplicado mis recuerdos ciclistas).
Cuando estás sobre los cuatrocientos metros del cerro de Úbeda la Vieja y ves la Úbeda actual, montada en los casi ochocientos metros de altura en una amplia extensión terrenal, comprendes por qué se produjo el traslado, amén de otras razones. Pero esas razones técnicas o históricas no se nos han transmitido. Tal vez la escasez de terreno fuese la causa más motivadora.
Vista de Úbeda (la Joven) desde Úbeda la Vieja.
Bueno. Lo importante es que hemos disfrutado con la visita al escaso resto arqueológico del conjunto y con su entorno paisajístico. Además, hemos encontrado restos de cerámica (rotos y mínimos) que, a ubetenses como mi mujer, les han encantado, sin duda.
Os iré informando de las siguientes visitas. La última, la compartiremos, si vienes a nuestra Asamblea anual.
 

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