Poesía inédita, 10

26-06-2009.
DE VERDE NILO DEL CAFÉ
138
Poemilla del desamor
Se me va el amor
con las venas rotas,
con el talle azul
de las gaviotas,
por un nuevo alcor.

Se queda el dolor.
Se me va el amor
por mi frente fría,
por el agua mansa,
por la serranía
de un verde calor.
Se queda el dolor.
Se me va el amor
con las venas rotas,
con el talle azul
de las gaviotas,
por un nuevo alcor.
Se queda el dolor.
Se me va el amor
con la huella herida
por el rosicler
de su despedida,
sin ningún rubor.
Se queda el dolor.
Se me va el amor
en esta alborada
de nostalgia y miel,
hacia la cañada
de otro ruiseñor.
Se queda el dolor.
Se me va el amor
entre los pinares
de un pantano azul,
lloran los trovares
de un viejo cantor.
Se queda el dolor.
Se me va el amor
con mi muerte a cuestas
por la sangre arriba
de las venas quietas,
con otro dolor.
Se queda el amor.
 
139
Es una variante muy libre del poema 116.
Desaura ‑ 1
Todo el día lloviendo. Todo el día
descifrando mi absurdo, tu vacío
que se hicieron distancia. Como un río
que perdiera su cauce, desemboco
en la abulia total. Y poco a poco
esta lluvia me cala. Todo el día.
Ya no quiero pensar. La pena mía
se distrae a desgana. Hace frío
en la hondura del mar. ¡Qué desvarío
fue dejarte aquel beso en el tintero!
Este loco final. Era febrero
quien nos dio la batalla. Todo el día.
Se me nota por dentro. Se resfría
tu volcán de acerolas, y un «quejío»
reclamó su hospedaje. Sueño mío
que se evade a destiempo, cual sirena,
gota a gota, incansable. Queda arena
sin preñarnos las huellas. Todo el día.
Este Tajo se va. Viene un tranvía
con su barba de orín. ¡Qué desafío
engrasarnos de nuevo! Falta brío,
calentura, mirada, gas… ¡Malviva
este olmo ciempiés! Sobra saliva
en la encía desierta. Todo el día.
Un visor en potencia. Mozart suena
con sus bizcos violines de hojalata,
es Lisboa una tumba. ¡Mala pata
estas rimas soleras! Seguiriyas
que se llenan de babas amarillas
con la lluvia a destajo. Todo el día
mi calvario y tu cruz en cuesta abajo.

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