Deseo final

Tu folio me mira asombrado
desde el rincón de mi escritura
y no termina de creerse
lo que lee.

 

Debes tranquilizarlo,
porque me gusta decirle
las cosas que siento
de tu realidad palpitante,
agitada intensamente
por tu oleaje bravío
de mujer excepcional.

Enciendes mi amor
y lo entusiasmas
por tu apocado engreimiento.
La intensa entrega abnegada
de tu tiempo, de tu vida,
de tus azules palabras
a mi vida destemplada,
me convierten en deseo viviente
de tus turgentes silencios.

 

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