Crisis de fe

 

18-05-2008.
Unas prolongadas vacaciones, como las que acabamos de concluir (casi siempre bien merecidas), son bastante gratificantes. Suele ocurrir que se acostumbra uno al ocio, a desarrollar una actividad distinta a la que nos ocupa el resto del año y la vuelta a la ocupación habitual origina las reacciones más diversas.

Continuar leyendo «Crisis de fe»