16-02-08.
Me parece que este era el título de una canción que cantaba Cliff Richard cuando aún estaba con los Shadows. O sea, antes de emanciparse y pasarse a la otra acera. O sea, a la de enfrente. A nosotros esta canción nos parecía una de las más bonitas del mundo, porque nos sentíamos jóvenes y estábamos convencidos de que en la vida lo más importante era eso: ser jóvenes. O sea, como éramos nosotros.