07-05-07.
Bueno es que se conteste a Diego Rodríguez solo a modo y manera de matización de lo último escrito, amén de otras consideraciones…
Demos por bueno, y yo lo deseo el primero (bueno, el tercero metido en donde no me llamaron ni Diego ni Dionisio), que son solo cosas o cosillas venidas al socaire de los recuerdos, que el tiempo deforma. Sea cierto que los dos hayan hablado personalmente y aclarado posibles malentendidos. Me perdonarán por entrometido y tercerón, la cosa peor del mundo, pues uno no llegaría nunca a la gran categoría de “celestino”.
Decidí escribir el pequeño comentario ahora contestado por Vargas no solo por la aparente controversia PUBLICADA en esta página web (o sea no oculta y por lo tanto sujeta a interpretaciones, que con seguridad nunca serán las verdaderas, de los lectores) porque no es el solo caso accidental reciente sino otros anteriores que ya se han dado más o menos en la dirección aparente que yo señalaba en mi escrito. Y reitero que tal vez sea necesaria cierta catarsis colectiva, individual, generacional, para quedarnos todos en paz. Pero no es cosa de transformar estas páginas en algo a lo que en prensa del día estamos ya acostumbrados, en lodo y basura, en aquello del «y tú más» que nos llega ya hasta el cuello; no es eso. Ni lo es que se ejerza censura alguna (¿dónde he escrito yo al respecto?). ¡Faltaría que se constituyese un “comité de moral y buenas costumbres”…! No se me malinterprete, por favor.
A la espera de que la AAMSU como tal termine de asentarse y de definir de una vez qué es lo que quiere hacer, por dónde quiere tirar, qué objetivos tiene y si se consiguen las metas fundacionales, es bueno que se mantengan estas páginas que debieran servirnos de contacto, socios o no, y de aglutinante. Así pues nada de censuras, yo no las he propuesto, y sigan llegando anotaciones, consideraciones, escritos con calidad y con menos calidad pero más sentimiento, datos, nuevos socios. Sea.
Salud y euros.