Hablando de vinos

18-11-06.
El alumno, el mismo día en que Fernando Sánchez Resa gozaba de una «Noche de botellón» en Torre del Mar, cumplía sesenta años. Por tanto, el alumno reconoce que ya es un poco antiguo para irse de sexo y botellón. No obstante, el antiguo alumno confiesa humildemente que es aficionado a beber con moderación y responsablemente, como aconsejan en televisión. No hay día que no tome unas cervecitas, después de haber dejado en el aire montañas de palabras y jirones de paciencia. Viajes, visitas, comidas, ofertas, compras, regateos y reuniones de última hora; pero al final, unas cervecitas bien frías hacen que el buen humor y el optimismo vuelvan al antiguo alumno y pueda afrontar, como una fiera, los viajes, las visitas y el trabajo del día siguiente. Y es que el antiguo alumno se dedica a vender pisos a precios de auténtico sobresalto y escalofrío.

Le hace mucha gracia -cuando, por obligación, va a un restaurante de los llamados finos- que el camarero vierta unas gotas de vino en una copa del tamaño de un farol y espere a que el antiguo alumno lo pruebe y le otorgue su aquiescencia. Tras moverlo un poco para que el caldo se oree y disimular, de paso, su ignorancia, lo prueba, mueve los labios y mira hacia el techo poniendo la misma cara del que intenta recordar una fecha o aparentar que sabe algo, pero no lo recuerda. El antiguo alumno también ponía esa expresión cuando don Fernando Cueto le preguntaba por Carlos de Anjou y la Guerra de Sucesión. Entonces, casi en silencio, también movía los labios e iba repitiendo con la vista perdida en el techo, Carlos de Anjou… Carlos de Anjou… y no salía de ahí.
Hablando de vinos, recuerda la anécdota que se contaba en su pueblo sobre un sacerdote joven que, enardecido por las palabras del obispo, se dedicaba a visitar a los feligreses más reacios a frecuentar la misa dominical. Un día, el sacerdote se encontró al dueño de una de las tascas, que tenía fama de poco religioso, y le preguntó:
-Y a usted, ¿cuándo lo veremos por la iglesia?
-Pues, ahora que lo dice, yo también lo echo a usted de menos en la taberna.
Su moderada afición por la bebida -hay que reconocerlo- le llegó cuando sólo era alumno en activo de un internado de jesuitas en la ciudad de Úbeda, Patrimonio de la Humanidad. Entonces, al igual que muchos de sus compañeros, perdía los vientos por unos vasitos de vino con su tapita de chorizo o de morcilla en el «Bar del Manano», a última hora de la tarde. La mayoría de aquellos compañeros son hoy personas muy importantes y también son ejemplo vivo y espejo de bebedores prematuros, además de antiguos alumnos.
Por eso, sabe que no está solo; que hay millones de personas que, como él, hacen cada noche examen de conciencia ante unas cervezas, un gin-tonic, o un whisky servido con hielo y amor abundantes. Y es que, así, el examen de conciencia les sale a todos mucho mejor y la calificación que se conceden es siempre de notable como mínimo.
Al antiguo alumno le encanta leer los artículos de la página de la Asociación. Ayer encontró uno muy interesante de Enrique Hinojosa que dice que en España hay unos 850.000 alcohólicos en números redondos. Le ha gustado mucho que un hombre tan divertido como Enrique, escriba artículos tan serios y documentados. Y es que a este muchacho todo se le da bien. Y esta mañana, el irónico artículo de Fernando Sánchez Resa le ha recordado sus excursiones nocturnas a la costa, en busca de extranjeras liberadas. Los mejores caladeros eran sin duda las discoteques de música estridente, barra libre y ginebra de garrafa. ¡Qué tiempos aquellos! Esta noche, al llegar a casa, el antiguo alumno encenderá un cigarrillo, se preparará un whisky con mucho hielo y, mientras lo saborea pausadamente, pensará en Sánchez Resa y contará los días que faltan para tomar unos vinos en los bares de Úbeda, Patrimonio de la Humanidad, y esperará impaciente el próximo artículo de Enrique Hinojosa que, como siempre, será ingenioso y divertido.
P.D. Al antiguo alumno le gustaría mucho que Fernando enviara a la página web una fotografía de esa hija maravillosa que a los dieciséis años escribe artículos tan primorosos sobre la educación actual.
Barcelona, 17 de noviembre de 2006.

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