Con la epidemia de COVID sufrimos un ataque masivo de bulos en medios seudoperiodísticos o alternativos sin control ético alguno, y en las redes sociales y canales de YouTube. Las teorías más atrabilarias se hicieron fuertes y nos lanzaron mensajes paranoicos como lo del virus chino creado por superespías y científicos muy muy malos y lo de la dominación mundial, tras lo cual está siempre Bill Gates o George Soros. Luego vino la fase de las curaciones milagro: aspirar vapor de agua, beber grandes dosis de zumo de limón, tomarse chupitos de desinfectante de piscinas (hidroxicloroquina) o simplemente, inyectárselo (Trump). No faltaron quienes anunciaron que todo era un castigo divino por nuestros pecados (el Padre Vera en la COPE, los fundamentalistas del ISIS) o de la madre naturaleza por nuestros abusos (teoría de la pachamama y así…)
Todo esto era un insulto a la inteligencia pero de gran eficacia discursiva, por lo que se sumaron en tropel las legiones de terraplanistas, grupos de extrema derecha o alt-right, y conspiranoicos en general.
Pero ahora las turbas iletradas y tendenciosas se han lanzado en tropel con un nuevo mantra: las vacunas son malas, no sirven, o las dos cosas a la vez.
Continuar leyendo «Vuelven los bulos. Ahora, los antivacunas.»