LENGUA BÍFIDA

LENGUA BÍFIDA

Mariano Valcárcel González

Lo del cambio de estatus de la lengua castellana, oficial en todo el Estado, a mera lengua transversal tipo lengua extranjera que intentan colocar en la reforma educativa (¡otra más!) del actual gobierno merece al menos un comentario. Además, necesario según mi parecer.

El Título Preliminar de la actual Constitución en su Artículo nº 3 indica claramente

Artículo 3. 1. El castellano es la lengua española oficial del Estado. Todos los españoles tienen el deber de conocerla y el derecho a usarla.

  1. Las demás lenguas españolas serán también oficiales en las respectivas Comunidades Autónomas de acuerdo con sus Estatutos.

La interpretación literal de lo anterior queda clara y concisa. Hay una lengua oficial en todo el Estado que es la lengua española (en origen el castellano). En TODO  el Estado, en todo el territorio.

Además existe el DEBER de ser conocida y el DERECHO de ser utilizada por todos los españoles. ¿Qué no se entiende ni se entendió de esto? De las demás lenguas habladas en distintos territorios se dice con claridad también que son oficiales en los mismos (de acuerdo con sus estatutos, que se desarrollarían después).

Ahí está el problema, que se dejó en manos de los diferentes estatutos determinados por cada comunidad la interpretación de los puntos anteriores y entonces cada uno hizo de su capa un sallo.

Si el artículo referido hubiese tenido su desarrollo normativo, su reglamento, inmediato y antes de que se estipulasen esos estatutos autonómicos tal vez y en ejercicio del mismo se hubiesen hecho las cosas bien.

Definir el español (castellano) como lengua oficial de la totalidad del territorio nacional facilita la comunicación entre todos los territorios y sus habitantes, comunicación comprensiva. Así y en aras de mejorar esa comunicación comprensiva cualquier gestión administrativa, documentación, archivo, trámite oficial y particular entre entidades de una u otra comunidad deben ser (y no debieran ser) en español.

Es importante también que esta obligación alcance a cualquier tipo de gestión de personal, traslados, provisión de puestos u oposiciones que impliquen varios territorios o la facilidad de acceso a estos desde otros distintos al convocante. Con claridad, que todo español pueda acceder a puesto o ejercicio del mismo en igualdad de condiciones en todos los territorios.

¿Qué implicaría lo anterior?, pues que no podrían existir trabas ni condiciones algunas que lo impidiesen, menos todavía por cuestión idiomática.

Sí, las lenguas territoriales son también oficiales en esos territorios de lenguas vernáculas, ¿y qué?… Nadie lo duda ni lo debe impedir. En esas zonas sus habitantes se expresarán en su lengua materna o adquirida al vivir en los mismos, derecho tienen, pero nunca como freno y exclusión de la común al Estado.

Y es lo que viene sucediendo. Se prohíben cosas como la propaganda y los anuncios públicos o privados en castellano bajo pena de sanción y eso es inconstitucional. Se recurre a la llamada “inmersión lingüística” pero lo que en realidad se realiza es un verdadero ahogamiento pues se da cada vez menos espacio al español frente a la territorial. Ahora se quiere ir más allá desterrando como “oficial y obligatoria” la lengua española; quedaría así como lengua alternativa u opcional al igual que el francés, inglés e incluso árabe.

Es aberrante que se tengan que emitir y admitir textos oficiales que conciernen a varias partes del Estado, si no a la totalidad, en lengua territorial sin respetar la oficial. Es aberrante que se pretenda también obligar a personas que ejercen su cargo u oficio en algunas autonomías a comunicarse en la lengua autonómica, cuando el otro (demandante o colaborador del servicio) se expresa en castellano. Es aberrante e injusto totalmente y conculca la igualdad de todos los españoles ante la ley que quienes pretendan participar en el acceso a puestos concretos en una autonomía deban saber expresarse en ese idioma (y si no, no pueden acceder) y sin embargo quienes procedan de estas autonomías, al dominar el castellano, lo puedan hacer en los demás territorios.

Hay quienes en su manipulación conceptual doctrinaria, desde ámbitos que se creen de aire u orientación progresista, argumentan que no hay cuidado con todo este dilema supuestamente artificial (por supuesto alimentado por los fachas) porque al final vamos irremisiblemente a la adopción del inglés como lengua franca internacional y que se impondrá por la fuerza de los hechos; así que dejémonos de milongas identitarias. Falso, mientras la ideología nacionalista y excluyente se va imponiendo sin que nadie lo impida.

Porque de eso vamos, de ideología nacionalista y excluyente que por la fuerza de los hechos, permitidos, se impone ante todo lo que signifique Estado Español (ya ni va la cuestión en si es monarquía o república, eso se demostraría indiferente porque el resultado sería el mismo pretendido).

Esta labor de zapa se vino admitiendo desde el segundo siguiente a la redacción constitucional, por lo dicho. Las cuestiones de equilibrio político y de intereses electorales y de gobierno, de poder en las cámaras, primaron y priman más que las de la totalidad del País, de su encaje y consolidación. Y se sacrifican derechos y deberes constitucionales por ello. Considerado el idioma como banderín identitario no renuncian pues al mismo quienes tienen pulsiones y derivas totalmente nacionalistas o francamente independentistas.

Ahora ya vamos tarde en todo y a todo. Y así nos va.

Autor: Mariano Valcárcel González

Decir que entré en SAFA Úbeda a los 4 años y salí a los 19 ya es bastante. Que terminé Magisterio en el 70 me identifica con una promoción concreta, así como que pasé también por FP - delineación. Y luego de cabeza al trabajo del que me jubilé en el 2011. Maestro de escuela, sí.

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