Por Mariano Valcárcel González.
Todavía no comprendo que para ser de izquierdas (se supone que de las verdaderas, las auténticas e impolutas izquierdas) haya que poner en primer término el llamado derecho a decidir de nuestros pueblos (o, por mejor decir y verdaderamente, derecho a la autodeterminación). No entiendo que sea el primer mandamiento inevitable y de obligado cumplimento, en el ideario izquierdista, el cuestionar la estructura de España. Que alguien me explique, si puede y con argumentos de peso, por qué remover algo tan sensible (y tan común, que sí que es verdaderamente común a todo el territorio) sea más importante que sentar las bases de un nuevo estado de cosas social, económico y político.