18-07-2010.
V. FINAL: QUEVEDO, ESE HOMBRE; ESTE HOMBRE.
Hemos visto, en este brevísimo análisis del personaje, a un hombre íntegro, lleno de defectos físicos, pleno de honradez moral. Un hombre trascendente y trascendido, que veía más (con la mirada del espíritu) que todos sus coetáneos. Un hombre a quien le gustaban más las esencias que las apariencias: por eso sus enemigos se equivocaban.