04-07-2010.
Invierno de 1953
La vida transcurría de una forma metódica, rutinaria si se quiere, respondiendo a un plan organizado de actividades educativas, lúdicas y académicas. Con el tiempo, cada una de las realizaciones y ocupaciones de cada uno de los días de la semana, se hicieron habituales y marcaban nuestro ritmo vital y todo era normal, desde el canto del himno nacional con el brazo levantado, al izar la bandera en el patio, antes del comienzo de las clases, hasta la frecuencia con que visitábamos la capilla.