28-07-2009.
Ha terminado el festejo. El público y las autoridades abandonan la plaza lentamente. Las calles de acceso han sido cerradas con talanqueras Vallas.. El “Niño de la Lola” ha dado muerte a un novillo de la acreditada ganadería de don Manuel Frías, de la provincia de Albacete. En la enfermería, el médico intenta taponar una herida, en el cuello de un aficionado. El muchacho está blanco como la cal. El parte médico dice que el mozo sufre herida grave “por asta de toro”.
En verano, abundan las cogidas en los encierros, en la suelta de vaquillas y en las corridas de toros de pueblos y ciudades. La mayoría de los comentaristas repiten insistentemente que este o aquel novillero resultó cogido por la res y, una vez en la enfermería, se les apreciaron heridas de más o menos gravedad, originadas “por asta de toro”. Curiosa matización que nos lleva a preguntarnos qué otro tipo de asta podría causar una herida de veinticinco centímetros, con trayectoria ascendente en el bazo o en el escroto Bolsa formada por la piel que cubre los testículos de los mamíferos y por las membranas que los envuelven. del torero, pongamos por ejemplo.
En tiempos de la Transición, los señoritingos de Fuerza Nueva perseguían a los progres a banderazos, por el centro de Madrid; en consecuencia, a alguno le abrían la crisma Cabeza. y el médico apreciaba lesiones en la parte superior del cráneo, ocasionadas “por asta de bandera”. Afortunadamente, Fuerza Nueva perdió la fuerza y la novedad y se disolvió hace ya mucho tiempo; tanto, que son muy pocos los que recuerdan que existió.
Hoy, los únicos que utilizan las astas de las banderas como argumento político son los muchachos de la kale borroka, que muelen a palos, con las astas de las ikurriñas, a los abnegados ertzainas, en el Casco Viejo de Bilbao. O sea, que salvo aquel intento de agresión a don José Bono por parte de dos viejecitos, armados con banderines del Partido Popular, en una marcha de las Víctimas del Terrorismo, ningún respetable ciudadano ha sufrido heridas de consideración “por asta de bandera”.
Aplaudo sinceramente el afán de los cronistas por precisar la causa de las heridas que sufren las gentes del toro; pero, francamente, me parecen innecesarias. Cuando un cronista taurino informa de que «en la Plaza de Toros de la Maestranza, un berrendo del Ventorrillo, con quinientos kilos de peso, de nombre “Malpensao”, embistió al diestro a la altura de la chaquetilla, ocasionándole heridas graves en el pulmón izquierdo y destrozos en la aorta, mortales de necesidad», sobra decir que fueron originadas “por asta de toro”.
No es que yo sea muy aficionado a los toros; pero, desde que los verdes y los independentistas se concentran, los domingos por la tarde, en la puerta de la Monumental, para vociferar contra la fiesta nacional (seguramente porque es española), me está entrando la afición. Hace unos meses disfruté lo indecible con el libro de Manuel Chaves, Juan Belmonte, matador de toros; y se me cae la baba cuando leo una crónica de Víctor Zabala en ABC. Así describe una faena de Morante de la Puebla:
Hubo una verónica Lance que consiste en esperar el lidiador la acometida del toro teniendo la capa extendida o abierta con ambas manos enfrente de la res. por el pitón izquierdo, la tercera o la cuarta del quite, de aquí a la eternidad, lenta, callada, estremecida, que levantó el edificio arrancándolo de sus cimientos.
¡Que maravilla! Y cuando cuenta la cogida a un torero, dice simplemente:
A consecuencia de un derrote Cornada que da el toro levantando la cabeza con un cambio brusco de dirección. del animal, el diestro sufrió una cornada espeluznante y cayó desmayado sobre la arena.
Basta y sobra. Añadir “herido por asta de toro” es excesivo. Pues, claro que las heridas que sufren los toreros las causan las astas de los toros. ¿Qué, si no? Señores cronistas: quédense tranquilos. Nadie pensará que el “asta de un primo hermano” o de un “Concejal de Urbanismo” pueda causar una herida inciso contusa que destroce el perineo Espacio que media entre el ano y las partes sexuales. o la femoral Conjunto muscular del fémur. de un afamado matador.
Barcelona, 22 de julio de 2009.