Poesía inédita, 7

15-05‑2009.
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Nana a Jechu
Dormita, Jechu, la cuna
ya meció tus bucles rubios.
Verde tu sueño, mar en tu trigo,
amarillo en tus azules,
mágico el musgo de la maga sonatina.

Estudia, Jechu, los libros
acompasando tu vientre.
Suave la cifra, gris tu pupila,
soledad en los apuntes,
bella tu yegua con su yema de escayola.
Enseña, Jechu, la escuela
te redime de la prisa.
Tiernas tus carnes, grandes sus ojos,
inquietud en sus preguntas,
rota rutina de los ratos y los ritos.
Escribe, Jechu, el poema
se te enredó entre los dedos.
Cucaracha, escarabajos,
hierba de pechos, beso escarlata,
mina de manos en la madre de mi cama.
Pelea, Jechu, pelea
con tu ejército de espuma.
Odio escupido, seca la sangre,
camuflaje en la trinchera,
rabia roncando la carroña de la tierra.
Descansa, Jechu, es otoño
un señor muy honorable.
Silba tu viento, caen las ramas,
plomo en el talle, cruz a la espalda,
boba la baba en el habla vacilante.
Muerte de Jechu, parientes
silabeando latines
verde suave, rota la vida,
hambre y trinchera en estaciones sonámbulas.
128
Más o menos un año
Hace un año
la misma densidad de cuerpo
la misma angustia agujereando el labio
la misma fe quebrada
la misma soledad
las mismas lágrimas relevándome la risa
Y otro grave mordisco a las cerezas.
Más o menos un año
el mismo episodio enfermo
la misma finitud de tiempo en cada cosa
la misma interinidad
la misma fecha a tope
el mismo retraso en el tren del calendario
Y otro brindis podrido en nuestro semen.
Hace un año
la misma nieve de fuego
el mismo imán desnatado de las uvas
el mismo ozono lento
el mismo furgón de cola
la misma historia rellena de fracasos
Y otro tute perdido entre los dedos.
Más o menos un año
la misma noria del reloj
el mismo carbón en las botas remendadas
el mismo grito alexandrino
la misma agenda
la misma complicidad abortando el nuevo encaje
Y otro telón absurdo en la estación sonámbula.
Y tendré que seguir dándome cuerda
por si acaso ‑te digo‑ por si acaso.
129
Día 13…
Amor neutro.
Dolor de cabeza.
Indiferencia familiar.
Síndrome de voluntad.
Abulia.
Silencia interior.
Ya no pregunto
         ni me atasco
ni lo entiendo
ni me preocupa
 
Ya no reacciono
         ni lo siento
ni me contesto
ni me rodea.
 
Ya no lucho
 
…y martes
¡Espera!
Antes que cierres la puerta,
asumo todas las culpas de la reyerta,
me sale el lobo del bosque,
el hombre de las cavernas.
Y cuando miras –si miras‑
cuando sueñas –si es que sueñas‑
me quedo desorientado
con mi miedo, con mi pena.
¡Espera!
Antes que cierres la puerta,
tienes toda la razón
en esta batalla abierta,
que se me va de las manos.
Y cuando escuchas ‑si escuchas‑
cuando sueñas ‑si es que sueñas‑
siempre igual, así me quedo
sin preguntas, sin respuestas.
¡Espera!
Antes de… ¡cierra la puerta!

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