El derecho a la duda

 

29-05-06.
No sé por qué demonios, gente que me cae bien ‑incluso algunos buenos amigos‑ piensan de manera tan diferente a mí. ¿Seré yo un bicho raro? ¿Serán ellos los que están en el error? El caso es que, una vez más, me toca contestar a quien aprecio de verdad. En esta ocasión ‑y van tres‑ se trata de Dionisio, hábil pluma, elegante en las formas, extraviado en el fondo. ¡Cuidado con la tergiversación! Está muy cerca de la manipulación. Tú, revolucionario de joven y conservador en la madurez. Todo lo contrario a mi evolución personal. Antes, los pobres negritos me parecían simpáticos, entrañables…, sobre todo, aquel del pelo rizado de las huchas del Domund. Ahora no. Los he visto de rodillas en las cunetas de las carreteras del Norte de África. Extenuados… con la mirada perdida atravesando mi alma y mi dignidad.

 

‑¡Vengo cansado del desierto, donde el dolor es muerte!
Es necesario controlar la emigración ilegal, pero el problema seguirá mientras Occidente sólo piense en su carrera hacia la prosperidad. Por más que nos digan que el 0,7% de los presupuestos generales de cada país desarrollado solucionaría el hambre, por más que sepamos que la solución está en la cooperación económica con el Tercer Mundo, nosotros a lo nuestro: el crecimiento, la especulación inmobiliaria, tres coches por familia, telebasura… Si en alguno de estos países surge un movimiento revolucionario, Estados Unidos se encargará del asunto. Por si las moscas. Si el Sur se pudre de sida… que se abstengan: el condón es pecado. ¡Venga ya! ¿No queríamos globalización? A ver si nos enteramos que la era de la integración y la diversidad ha empezado ya. La tele es la ventana de los pobres al prohibitivo mundo del bienestar.
En Iberoamérica más de lo mismo. Pobreza en Cuba, denunciada hasta la saciedad. ¡Qué poco se habla del bloqueo norteamericano! Ni de los países del entorno, donde unos pocos se ponen las botas y los demás viven, no en la pobreza sino en la miseria. Al menos los cubanos tienen Seguridad Social. ¡Todos! No obstante y por obviedad manifiesta, yo no defiendo el sistema cubano.
¡Pero si yo no quería hablar de Fidel Castro! Lee mi artículo otra vez, querido Dionisio, y comprobarás que ni lo cito. ¿Por qué me das esa lección anticastrista? Llevas el asunto a tu terreno, haciendo creer al lector que ese es nuestro debate. No, yo me he referido a la nueva hornada de políticos iberoamericanos que trabajan dentro de sistemas democráticos contra la pobreza y miseria que azota sus países. Sólo si respetan la democracia y los derechos humanos estaré de su lado. Ese es el nuevo viento de esperanza al que me refiero. Es que no veo otro en mi concepción democrática de la política.
Aún más, en mi opinión, Temolitzin no dice lo que tú interpretas y que copio a continuación: “Dice Diego, que dice Temilotzin, que es miembro del Consejo Indígena de Anauac, que si el desarrollo occidental sigue por el camino que va, pronto estaremos de nuevo subidos a los árboles y haciendo fuego, frotando dos palitos. La frase ‑no me digáis que no‑ se las trae”. ¡Tremendo! O yo soy más torpe que un “arao” o tú no te quieres enterar.
Vuelvo a citar las palabras exactas del miembro del Consejo Indígena de Anauac: “Con el desarrollo occidental, que no lleva ni cien años, se han destruido mares y ríos, se ha contaminado la atmósfera… Si el mundo indígena y el Tercer Mundo, que representan el 80% de la población mundial, entraran en ese desarrollo, destruiríamos la naturaleza muy pronto”. ¿Cómo se te ocurre decir que mi frase se las trae? ¿Cuándo he escrito yo eso o algo que se le parezca? Temolitzin sólo advierte del brutal desarrollo de Occidente a costa de la destrucción de los recursos naturales. Nada más y nada menos. En la entrevista y encuentros que tuvo con maestros de Málaga, defendió el respeto por el Planeta, la madre Tierra ‑la Pachamama, que dicen los indígenas bolivianos‑.
Por último, cuando se afirma un delito y se cita la fuente, también hay que citar la información posterior ‑declaraciones del presidente cubano‑. Si no es así, la parcialidad de la intención de la información puede crear un estado de opinión errónea y perversa. Puedes argumentar que las palabras de Fidel no son de fiar. ¿Lo son las de la revista Forbes y el gobierno norteamericano? ¿Seguimos creyendo en la existencia de armas de destrucción masiva en Iraq? No creo nada más que lo que se demuestra y, hasta ahora, lo que verdaderamente interesaba al gobierno norteamericano era y es el petróleo. Lo demás es manipulación, demagogia y perversión de la fuente de origen.
Supongo que las informaciones respecto a la fortuna de Fidel Castro, posteriores al descubrimiento de su enorme fortuna, las desconoces. Por eso incluyo una de ellas al final de este comentario para, al menos, conseguir el derecho de la duda.
Por cierto, a mí no me llama tanta gente para animarme a escribir sobre política. Tampoco recibo aluvión de correos como tú, aunque he de reconocer que algunos compañeros me llaman, felicitándome por el debate. Es posible que lo que escribo no guste a quienes me leen, pero lo manifiesto, aunque sólo sea para dar vida a esta amistosa página web. Digo lo que pienso, con la misma honestidad de los que opinan diferente y con la seguridad de que mi amigo Dionisio no se molestará por abstenerme de aplaudir la última faena en su regreso al ruedo político.
 
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Miércoles, 17 de mayo de 2006

 

Castro asegura que dimitirá si se prueba que tiene cuentas en el extranjero
M. L. DE GUEREÑO/LA HABANA
El presidente Fidel Castro, visiblemente molesto, aseguró ayer que dimitirá si le encuentran una sola cuenta en el exterior. Así respondió a la revista Forbes por situarlo en séptimo lugar entre los gobernantes más ricos del mundo, más que las reinas de Inglaterra y Holanda.
«Yo los emplazo (al Gobierno de Estados Unidos) a que prueben esto que han dicho, y si lo demuestran no hace falta que preparen más planes y transiciones ni tonterías de ese tipo. Si ellos prueban que yo tengo una cuenta en el exterior de 900 millones, de un millón, de 500.000, de 100.000, de 10 millones, de un dólar, yo renuncio al cargo», dijo el líder cubano, que compareció, acompañado por un grupo de funcionarios y personalidades, en una alocución que se retransmitió por radio y televisión y que se prolongó por espacio de cuatro horas y media.
P. D.: El Diario Sur pertenece al Grupo Vocento, en el que se encuentra también ABC.

 

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