Exposición de Gregorio Casado

Gracias a mi amigo Pedro Martínez García, canenero de pro (entre otros muchos atributos y cargos), tuve la suerte de bajar la otra tarde a Canena (concretamente el 19 de agosto), este pueblo amigo que tan buenos recuerdos me trae desde pequeño, pues ya de mozalbete bajaba, desde Úbeda, con los amigos, en bicicleta, por la antigua carretera llena de curvas y grandes árboles, hasta que avistaba su añorado castillo y su postal irrepetible…


Por él fui enterado que nuestro común amigo Gregorio Casado tenía puesta una exposición retrospectiva, casi completa, de todo su haber pictórico a lo largo de estos últimos años en los que simultanea su estancia en Garrucha (Almería) y Canena (Jaén) como lo que son: sus dos amores más tangibles y reconfortantes, además de su esposa, hijos y amigos, lógicamente, con esa alegría, ese sosiego y esa libertad que solo las dan la jubilación gloriosa y tener la conciencia tranquila de hacer lo que a uno le apetece, llenando la vida de encanto y bienestar. Y él siendo un artista desde pequeño, pues ya despuntaba en la escuela primaria de su pueblo, y que vino a incrementarse al subirse a estudiar a la Safa de Úbeda, en donde fue descubriendo esa vena artística que tanto está explotando acertadamente y que se ha ido agrandando mediante su sabiduría y buen hacer en ese difícil y competitivo mundo del arte, sin mayores pretensiones que las de crear algo que le satisface, pasito a pasito; por lo que me encontré en el Auditorio de la “Antigua Estación” de Canena con una impresionante colección de cuadros al óleo que colgaban en dos de sus paredes, siendo un bello reclamo a todo visitante que pasase por allí y ornando la sala con muchos cuadros interesantes, aunque no llegué a contarlos, de buena factura y enmarcados, teniendo la deferencia su autor de írmelos mostrando y explicando uno a uno, una suerte que no todos tuvieron, y que desde aquí agradezco a Gregorio, pues quedé sumamente enterado del título de cada cuadro, momento y lugar de su creación, los personajes que allí se representan, salpicado con múltiples anécdotas que me hicieron la visita sumamente agradable y entretenida, por lo que me dije «tengo que publicar un artículo al respecto, comentando todo lo vivido en esa bonita y entretenida tarde». ¡No siempre tiene uno la suerte de encontrarse con este regalo inmaterial tan valioso…!


Hay cuadros que destacan momentos familiares, como los de su esposa e hijos, en Vejer de la Frontera (Cádiz), lugar donde estuvo bastante tiempo de maestro su buen amigo Pedro. También Gregorio rescata rincones de Úbeda, Baeza, Garrucha, Sierra de Cazorla, etc. y, por supuesto, Canena, su amor primigenio, que con su paleta o pincel sabe inmortalizar componiendo, incluso en algunos de ellos, distintos personajes o amigos, e incluso de él mismo, más joven, cuando caminaba alegremente por esos vericuetos montañosos cercanos o lejanos a su amada Canena, mientras que diversos rincones o estampas de Garrucha han tomado cuerpo en su memoria y creación, y que siempre quedarán como testigos vivos (en su peculiar colorido) de sus aficiones y estancias. Por eso, como fotografié -con su permiso- casi todos los cuadros, voy a reproducir algunos a continuación para goce y deleite de todo aquel lector que sepa y quiera apreciar el arte y la sabiduría de este safista canenero ejemplar que sabe expandirlos allá donde se encuentre, a la vez que su cabeza va trabajando y pensando en un nuevo cuadro a hacer o componer, mientras la vida y la inspiración le acompañen…


¡Felicidades, Gregorio!, pintor destacado de tu bendita tierra, con motivo de las fiestas en honor de la patrona, la Virgen de los Remedios. En esta pasada feria de Canena has querido mostrar tus cartas más señeras a todos tus paisanos y visitantes para que sepamos de tu buen hacer en el mundo del arte y tengamos envidia sana de ti, al saberte poseedor de esa cualidad y afición que solo los dioses y el destino saben proporcionar a la persona más adecuada…


¡Enhorabuena, Gregorio Casado, por esta magna exposición! Te deseo mucha salud y energía para proseguir durante muchos años creando tu especial universo pictórico que tiene dos principales puntos cardinales: Canena y Garrucha, norte y sur de tu viajera vida de jubilado feliz.
Terminamos los cuatro (Gregorio, Pedro, mi esposa y yo) con una estupenda y propicia libación -con deliciosas tapas- en el bar de los Baños de Canena, en donde pululaban multitud de amigos y conocidos, a los que tuvimos la suerte de saludar, pues hacía bastante tiempo que no nos veíamos; por lo que pasamos una jornada entretenida y feliz hablando de nuestras cosas y de todo lo que se terció, con ese cariz melancólico que vamos cogiendo las personas que cumplimos años en el feliz mundo de la sana jubilación. Como dice un proverbio que repite bastante Pedro Martínez: “Recorre a menudo la senda que lleva al huerto de tu amigo, no sea que la maleza te impida ver el camino”; tendremos que ir repitiendo la visita a la simpar Canena todas las veces que podamos…


¡Un abrazo para Gregorio y otro para mi buen amigo Pedro…!


Úbeda, 30 de agosto de 2024.
Fernando Sánchez Resa

Deja una respuesta