Llegó el día D (11 de mayo) y la hora H (12,30) para José y Rocío, protagonistas indiscutibles de la unión matrimonial que estaban resueltos a llevar a cabo ante sus familiares y amigos en la Ermita de Linarejos (Linares, Jaén), en un día soleado y cálido que siempre recordaremos gratamente todos los asistentes, especialmente los contrayentes.
Viajé desde Úbeda con la ilusión de pasar un día feliz en compañía de buenos amigos, siendo testigo directo del amor que se profesaban Rocío y José.
Cuando avisté el largo y arbolado paseo de Linarejos ya había coches aparcados en la sombra y yo hice lo mismo, pues mi vehículo iba a estar todo el día allí estacionado y convenía que el frescor de la sombra lo inundara…