Análisis general de textos, 10

Por José María Berzosa Sánchez.

2123.7. Polisíndeton.

Figura de construcción que consiste en emplear repetidamente las conjunciones para dar fuerza a los componentes del concepto.

A).

«Se calló la niña…

Tejió una corona de myrthos y rosas y lirios y palmas,

y ciñó su frente

y adornó sus pechos y adornó su vientre y adornó sus piernas y adornó su espalda…».

Antología poética 2: ‘Arias tristes’. ‘Espacio’. ‘Ninfeas’. ‘Romances de Coral Gables’. Juan Ramón Jiménez, edición de Javier Blasco, Madrid, Cátedra, 1995.

2123.8. Quiasmo.

Figura de construcción que presenta de forma inmediata y en orden inverso los miembros de dos secuencias. Hay tres tipos de quiasmo.

De palabras cruzadas sin variación de función:

A).

«Mientras nos alejábamos, oíamos ya las trompetas y los tambores del refuerzo, y los tambores y las trompetas con que los recibían los sitiados».

El manuscrito carmesí. Antonio Gala, Barcelona, Planeta, 1995.

De palabras cruzadas con variación de función:

A).

«¡Ay de mí, Teodoro ingrato,

que luego que su grandeza

te toca al arma, me olvidas!

Cuando te quiere medejas,

cuando te deja me quieres.

¿Quién ha de tener paciencia?».

El perro del hortelano. Lope de Vega, Madrid, Espasa Calpe, 1996, octava edición.

B).

«… tú y él se esconden en la cabaña, escuchan el paso del viento sobre los tejados, se abrazan, fingen el temor que los acerque, se entregan a los besos largos, besos de horas, horas de besos, largas, imprevistas, siempre llenas de sorpresas …».

Cambio de piel. Carlos Fuentes, Madrid, Alfaguara, 1994.

De oraciones cruzadas:

A).

«si no te quiero te enfadas,

y enójaste si te quiero;

escríbesme si me olvido,

y si me acuerdo te ofendo;

pretendes que yo te entienda,

y si te entiendo soy necio».

El perro del hortelano. Lope de Vega, Madrid, Espasa Calpe, 1996, octava edición.

B).

«Lisi, estáme diciendo la memoria

que, pues tu gloria la padezco infierno,

que llame al padecer tormentos, gloria».

Poemas escogidos: ‘Poemas amorosos’. ‘Poemas satíricos y burlescos’. Francisco de Quevedo, Madrid, Castalia, 1972.

2123.9. Reduplicación.

Figura de construcción que consiste en repetir consecutivamente un mismo vocablo en una frase.

A).

««Ya se ha terminado», dijo el inspector, apoyándole en el hombro una mano que le transmitía un sentimiento muy poderoso de fortaleza y ternura, «te prometo que ya no tendrás que verlo nunca nunca más»».

Plenilunio. Antonio Muñoz Molina, Madrid, Alfaguara, 1997.

B)

«La valkiria Lya, detrás de él, gritó, gritó, gritó, se mordió las manos y gritó con una palidez harinosa en el rostro».

Cambio de piel. Carlos Fuentes, Madrid, Alfaguara, 1994.

212.4. Por suma de palabras.

2124.1. Epíteto.

Adjetivo o participio que realza una característica esencial del nombre a que se refiere.

A).

«Lo cual visto por don Quijote, dejó las blandas plumas, y, no nada perezoso, se vistió su acamuzado [gamuzado] vestido y se calzó sus botas de camino, por encubrir la desgracia de sus medias; arrojóse encima su mantón de escarlata y púsose en la cabeza una montera de terciopelo verde, guarnecida de pasamanos de plata; colgó el tahelí de sus hombros con su buena y tajadora espada, asió un gran rosario que consigo contino traía, y con gran prosopopeya y contoneo salió a la antesala, donde el duque y la duquesa estaban ya vestidos y como esperándole».

Don Quijote de la Mancha. Miguel de Cervantes Saavedra, Barcelona, Planeta, 1962, primera edición.

A veces, el epíteto sólo pretende caracterizar al sustantivo al que acompaña:

B).

«… las calles empapadas de alcohol espeso y repugnante mezclado con la sangre, los costales de grano rasgados a espadazos y vaciados en los umbrales, el cazabe y el tocino en los hocicos de los perros rápidos y silenciosos …».

Cambio de piel. Carlos Fuentes, Madrid, Alfaguara, 1994.

2124.2. Pleonasmo.

Figura de construcción que reitera en la oración uno o más vocablos innecesarios para el cabal sentido de ella, pero con los cuales se da gracia o vigor a la expresión.

A).

«—¡Idiota! —te llevaste una mano a la axila y mostraste la sangre, embarrada en los dedos, a Javier—. ¡Me hiciste cortarme! Dame un poco de agua de colonia».

Cambio de piel. Carlos Fuentes, Madrid, Alfaguara, 1994.

B).

«« … pero se lo juro que no intervine en el asesinato de muerte», dijo ayer el albañil Ubillado Carranza».

Cambio de piel. Carlos Fuentes, Madrid, Alfaguara, 1994.

C).

«Me aferré a Chiara, como si quisiera vivir uterinamente dentro de ella».

La tempestad. Juan Manuel de Prada, Barcelona, Planeta, 1997.

berzosa43@gmail.com

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