Por Jesús Ferrer Criado.
¿Y la supuesta novia, qué dice? ¿Y los suegros? ¿Y ese cuñado súper celoso que siempre está pendiente de su hermanita? ¿Y don Hermógenes, el párroco? La oscuridad más completa se cierne sobre estos personajes a los que, pese a su implicación en el horroroso atentado, no se refiere el autor en ningún momento. Obviamente se trata de un plan ultra secreto entre él, la víctima y la Virgen de San Gil.
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