Por José María Berzosa Sánchez.
Las mujeres, el perfume y la oración son los dones que nuestro enviado Muhammad ‑Paz sobre él‑ más agradece a Allâh; le alabamos el gusto, le entendemos; por supuesto, le amamos, estamos felices en su Umma: las mujeres, el perfume y la oración. El Cervantes que crea a un Don Quixote cristiano nuevo (los obligados a bautizarse) desde el principio del primer capítulo y alquimista desde la clarísima simbología del muy significante nombre Quixote, puesto en portada, es un musulmán; sus mujeres, en su libro, naturalmente, son de una pieza.