El destino

Tediosa llama invade mi persona;
hastío inmenso que ahoga; y desespera,
mi alma infiel en turbios nubarrones
de pasión bestial, en antro de ceguera.

Se hunde floja en cálida carnaza,
y tibia de pecado, en torbellino,
se adentra loca en calzada anchurosa,
arrastrando sin saberlo, su destino.


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Publicado en: 2005-12-29 (54 Lecturas).

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