Está anocheciendo plácidamente en Úbeda, en este sábado glorioso, mientras la temperatura se ha ido atemperando a lo largo del día, pues incluso llovió en la mañana y hubo una bajada brusca de los termómetros, mientras ahora me pongo a recopilar y recordar lo que han sido las dos intensas jornadas (el 7 y 8 de junio de 2024) en las que hemos podido disfrutar de buena compañía y aspirar un safismo profundo y almibarado con derecho a continuidad…
Mi periplo hacia la Ciudad de los Cerros comenzó el jueves a la tarde cuando emprendí solo el viaje desde la capital de Andalucía, en mi coche particular, y con una especial ilusión a cumplir: volver a encontrarme con algunos de los compañeros de mi promoción (Magisterio 1973) y sus consortes, así como con el resto de amigos o compañeros safistas cuyos lazos de amistad y admiración cada año van siendo más fuertes e inquebrantables…
Siempre que vengo a mi ciudad de nacimiento traigo en cartera encargos y propósitos por doquier, lo que me hace la estancia más corta y agitada de lo que yo quisiera. Por eso, la mañana del viernes la usé para ello, además de aprovechar para tomar los famosos churros con chocolate ubetenses que en la distancia de Sevilla se añoran cada día más…
Llegaron rápidamente las seis de la tarde y unos cuantos nos fuimos acercando a la casa madre con la finalidad de encontrarnos en el patio de entrada o en el de columnas, para saludarnos y abrazarnos efusivamente, charlando deslavazadamente sobre las novedades de nuestras vidas y proyectos, entreverando siempre antiguos y bonitos recuerdos de nuestra estancia en este centro de los jesuitas de Úbeda…
Había mucho movimiento de alumnado, de padres y familiares de los alumnos de magisterio que se graduaban esa misma tarde. ¡El ambiente también era de fiesta para ellos…!
Las distintas tribus de antiguos alumnos tanto de oficialía, como de maestría o magisterio fueron tomando acomodo en las aulas o en el patio de columnas, desgranando cadenciosamente el tiempo para que el reencuentro fuese más carnoso y fructífero; hasta que cada grupo emprendió la ruta de la tapa por su cuenta, copando los distintos rincones de esta bella ciudad que invitaba a oír su música primaveral, ya que estaba tanto en el ambiente como en el Festival Internacional de Música y Danza que se viene celebrando…
Así que nuestra ciudad fue tomada pacíficamente por los antiguos alumnos de la SAFA de Úbeda de una manera gloriosa, repoblando especialmente sus múltiples garitos en donde fluyó largamente la alegría y el placer del reencuentro con antiguos compañeros y viejas amistades reencontradas juntamente con el bien beber y mejor tapear, adobados siempre con un puñadito de nostalgia y melancolía…
Los de nuestra promoción (Magisterio 73) lo teníamos muy claro: por mayoría democrática, en las que el empoderamiento y mayoría femenina eran palpables (¡cuando no!), habíamos elegido la Cervecería Gourmet (que está frente a los Salesianos) para hacer nuestra primera y única estación de gozo. Nos juntamos allí 13 comensales, a los que se añadió otra compañera de la promoción de Magisterio 74 que celebraba su cincuenta aniversario para así desempatar el número aciago de los supersticiosos…
Desde las ocho que abrieron (fuimos los primeros, porque no queríamos que nos quitasen el sitio) hasta pasadas las doce de la noche aprovechamos para ligar bebida con buenas tapas, sin que faltasen los ricos y ardientes caracoles, mientras nos íbamos contando nuestras cuitas y placeres, bien por grupitos o para todo el grupo, en general, de una manera desenfadada. El tiempo se nos pasó por entre las manos, aunque ya notamos la primera bajada de temperatura fuerte. Menos mal que la mayoría de las féminas (previsoras ellas) y algún varón trajeron su rebeca para no pescar un mal resfriado ni una dichosa Covid…
La primera estación de nuestro periplo de placer había sido superada con nota habiéndonos dado cuenta que teníamos entre nosotros un excelente catador de vinos, además de dibujante extraordinario y contertulio entendido…
Llegó la noche casi sin esperárnosla y cada mochuelo se fue a su olivo, con o sin pareja, para conquistar el sueño reparador que nos diera la fuerza necesaria para disfrutar con intensidad y alegría del goloso sábado que nos tenían programado.
Amaneció lluvioso y gris, con un fresco que se agradecía, pues ya estábamos escalando unas temperaturas exageradas para la primavera en la que aún nos encontramos. ¡El cambio climático, siempre presente…!
Tras comprar los ochíos y las tortas de candelaria en la plaza de abastos, en la afamada panadería “Hija de Julio”, que llevaré gustosamente a mis nietos y al resto de mi familia sevillana, no me pude resistir volver a desayunar nuevamente churros con chocolate, esta vez en compañía de mi hermano…
Ya bien pertrechado y alimentado me llegué a la SAFA para asistir a la santa misa que estaba programada a las diez. Allí nos encontramos bastantes safistas, aunque no todos los que venían a la foto y al encuentro en el Salón de Actos y la comida del Hotel Ciudad de Úbeda. Estuvo bien programada con sus lecturas, cánticos y ofrecimientos oportunos, comandados por el veterano safista Luis Martínez Rueda, complementados con una pantalla instalada a la derecha del altar mayor (mirando desde los bancos), que hicieron más amena la celebración litúrgica, rememorando una y otra vez lo que es la SAFA y su espíritu ignaciano, así como a su primer promotor, el Padre Villoslada, de quien se cumplen precisamente hoy los 124 años de su nacimiento, entre otras celebraciones que tuvo a bien recordar, en la homilía, el Padre Francisco del Barco Aumesquet SJ, que fue quien celebró la misa.
Salimos todos reconfortados por el mensaje y las gracias divinas recibidas para volver a arremolinarnos por grupos y amigos diferentes en el patio de entrada y ante la logia de la iglesia con la finalidad de hacer una foto de familia con todos los asistentes (se echó de menos al incombustible Pepe Aranda, aunque otros fotógrafos avezados lo sustituyeron: Miguel Raya Pulido, Francisco López Vasco, Ricardo Martínez Olivera (autor del vídeo del encuentro),…; y al irrepetible Eduardo Jiménez Torres, “Zorrica”, que aunque estuvo presente le faltó, un año más, la cámara para hacernos sus genuinas entrevistas para la televisión local); y, luego, ante la entrada al edificio principal, se fueron congregando y turnando diferentes promociones para dejar constancia fehaciente de su presencia en este festivo y señalado encuentro y día…
Tras un buen rato de departir y saludar a todo el personal que por allí circulaba, con trabajo y parsimoniosamente, el grupo se fue encaminando hacia el salón de actos para comenzar el XII Encuentro de AA. AA. de la SAFA de Úbeda a la hora prevista.
En los soportales había una guapa y simpática chica de magisterio que amablemente ofrecía a la venta los dos últimos libros que fueron publicados por sendos antiguos alumnos de magisterio en años anteriores: AÑOS DE INTERNADO de José Luis Rodríguez Sánchez y MI UNIVERSO SAFA de Fernando Sánchez Resa.
Se fue colocando el público en los azulados asientos del salón de actos, así como en la mesa presidencial, que quedó compuesta por (de izquierda a derecha, vista desde el público): Felipe Sánchez Sánchez (Director de Proyectos y Comunicación); José Luis Rodríguez Sánchez (Presidente de la Asociación de AA. AA. de Magisterio); Antonia Olivares Martínez (Alcaldesa de Úbeda); Padre Francisco del Barco Aumesquet SJ (Director General de la Fundación SAFA y de la Fundación Loyola ACE); y Francisco Bordés Ruiz (Presidente de la Asociación de AA. AA. de Profesionales).
También en lo alto y fondo del escenario había instalada otra pantalla para proyectar imágenes, fotos y músicas alegóricas al encuentro que se celebraba.
El servicio de megafonía dejó mucho que desear, pues hubo momentos en que se acoplaban los micros o pegaban un berrido que asustaba al personal allí presente…
El acto fue presentado al alimón por Pedro Mora Figueroa y Fernando Sánchez Resa, exponiendo cada uno de ellos un pequeño o extenso curriculum vitae de cada ponente para que el público quedase enterado de su valía y trayectoria.
Como no tomé nota exhaustiva de lo que cada orador leía o improvisaba, ni en esta edición tendremos las completas y exhaustivas grabaciones de imagen y sonido a las que nos tiene acostumbrados el ínclito sabioteño safista Pepe Aranda, valga este pequeño resumen tan sui géneris que a mí me ha ido saliendo a bote pronto…
Comenzó la alcaldesa de Úbeda dando un dulce discurso político y de servicio, agradeciendo siempre a Paco Bordés la invitación que anualmente le hace y matizando el doble punto de mira de la SAFA de Úbeda y de nuestra ciudad que están tan bien interconectadas…
Felipe Sánchez animó a los antiguos alumnos a seguir trabajando por la SAFA y la educación, transmitiendo sus valores y recordándoles la ayuda que la enseñanza de hoy necesita, teniendo como escaparate las redes sociales con el sello de actualidad más palpitante…
Pablo Martín (que vino a sustituir a Francisco Javier López Salido) nos acogió amablemente a todos, como Director Académico que es, leyendo un mensaje de agradecimiento, salpicado de recuerdos y vivencias y con el eco ultra presente del Padre Villoslada que nació casualmente un 8 de junio de 1900…
Después llegó el turno de dos antiguos alumnos de Maestría 74 que cumplían 50 años que abandonaron el centro: Antonio Cuevas Rodríguez, de Villanueva del Arzobispo (Jaén), y Antonio Piñar Gallardo, de Jódar (Jaén). Ambos con unos currículos brillantes hicieron sendos discursos, un tanto largos, rememorando recuerdos y vivencias de su paso por estos lares, uniéndose finalmente en un productivo diálogo que, en ciertos momentos, se interrumpía por el fallo del micro y los berridos que éste pegaba…
Como nadie se presentó en el acto de la promoción de Magisterio 1974 con el fin de tomar la palabra, para cubrir su ausencia, tuve que leer un escrito titulado “50 años fue ayer”, que yo mismo había elaborado a vuela pluma y que ya está publicado, por partida doble, en RECREO (https://recreo.es/2024/06/08/50-anos-fue-ayer/) y AAMSU (https://aasafaubeda.com/2024/06/08/50-anos-fue-ayer/#more-25495).
Después tomó la palabra José Luis Rodríguez haciendo un breve, agradecido y enjundioso parlamento, recordando que había asistido ayer a la graduación de la última promoción de Magisterio 2024, sintiéndose muy orgulloso de su empaque, formación y valía; y agregando que siempre está luchando por la AAMSU (Asociación de Antiguos Alumnos de Magisterio de Úbeda) y desvelando la huella safista que tan impresa está en todos nosotros, gracias al haber pasado por este inolvidable centro educativo, con los pros y los contras que toda empresa humana conlleva…
Paco Bordés fue una vez más el animador incondicional y persistente de nuestra asociación, pidiendo su relevo -que nunca llega- con su dialéctica de grandes frases bien hilvanadas de personajes ilustres, entreveradas con la canción LOS AMIGOS, que hasta en pantalla se fue proyectando letra, música e imagen, tintando de nostalgia, melancolía y anhelo toda la sala. ¡Ojalá que nuestro presidente nos dure muchos años…! Quedamos enterados, por uno de los presentadores, que Bordés -al fin- ha publicado un voluminoso libro: “Úbeda, Ciudad del Renacimiento” para corroborar, una vez más, que es un ubetense cérrimo de los que ya van quedando poquitos… Aprovechó también la ocasión -ante el rector y sus autoridades safistas acompañantes- para darles las gracias y reivindicar más dedicación y entrega a este colectivo de jubilados safistas que requiere de más atención y eco por parte ellas. Así como pedir la presencia de algunos sacerdotes jesuitas, aunque fuesen jubilados, para atender a tanta necesidad espiritual que este centro tiene. Lo mismo expresó, incluso con más fuerza y contundencia, el presentador Pedro Mora, pidiendo al presentar al rector Padre Francisco del Barco Aumesquet más implicación y mimo con nuestro colectivo. ¡Esperemos no caiga en saco roto…!
El padre Rector clausuró el acto con un discurso institucional y profético con referencia preferente al Padre Villoslada (visionario de la Safa), que debe estar siempre presente para que se haga realidad con igualdad, respeto y una forma de ser y estar competentemente, comprometidamente y compasivamente, transmitiendo siempre los valores SAFA y de Jesús de Nazaret…
Tras la lectura -por parte de Fernando Sánchez- de lo que es una Asociación de Antiguos Alumnos de jesuitas basada en los estatutos de la ASOCIACION DE AA. AA. DE EL SALVADOR (ZARAGOZA), ambos presentadores animaron a las promociones del 73 y 74 para ejercer el relevo, quedando abierta la convocatoria del XIII Encuentro de A.A. A.A. de la SAFA de Úbeda, especialmente para el cincuentenario de las promociones del 75. Y dando las gracias a todos por su asistencia, quedamos convocados en el Hotel Ciudad de Úbeda, a las dos y media, para hacer la comida de hermandad en el salón “Los Cerros de Úbeda”.
Alguien pidió que el colofón de la despedida fuese el Himno de la SAFA cantado a capela por todo el mundo. Solamente lo hicieron los más veteranos que eran los que bien se sabían la letra y la música. Una fuerte ovación sirvió de punto final.
No obstante, yo pensé más de una vez que a lo mejor había que retocar o reformar el formato que llevamos haciendo estos doce encuentros, pues -a veces- puede resultar largo, fatigoso y aburrido, especialmente cuando algunos intervinientes no respetan la sugerencia que se les da de ser breves y resumir en cinco o diez minutos toda la avalancha de recuerdos, emociones y sentimientos que les embarga y, por el contrario, quieren transmitirlo todo larga y machaconamente al auditorio cautivo…
Desde este momento ya se empieza a trabajar el XIII Encuentro de Antiguos Alumnos de la SAFA de Úbeda que será, si Dios quiere, el primer fin de semana de junio de 2025 (los días 6 y 7). Ojalá todos los presentes y muchos más podamos asistir, aunque lo idóneo es que para que triunfemos seamos todos mensajeros de este feliz evento allá donde vivamos o nos encontremos…
Después llegó el fin de fiesta desde Orcera, con la evocación musical de la “Hora social” del cantautor Juan Pedro González Santoro, con letra y música propia, titulada “50 años después”. Tuvo su mérito, aunque con un prólogo demasiado largo, al ir templando una de las cuerdas de su guitarra que había repuesto y no sonaba afinada…
No obstante, alguna gente prefirió irse al Hospital de Santiago para ver el XXIII ENCUENTRO NACIONAL DE ENCAJES en lugar de asistir al salón de actos…
Como tenemos la suerte de tener un pintor al natural extraordinario en nuestra promoción (MG 73), podemos disfrutar de sus trabajos y su lenta elaboración cada nueva edición de estos encuentros. Agradecemos que sea tan amable permitiéndonos publicar sus creaciones para que ustedes las disfruten. Se llama Bonifacio Talavera Sotoca y es un campechano maestro manchego de La Roda. Para nosotros, los de su promoción, el “Boni”…
Hubo momentos en que me acordé de la garra y el poderío que tenía Manuel Molina Martínez (MMM) en sus recordadas y añoradas presentaciones, en este mismo lugar, con motivo de pasados y gloriosos encuentros, como buen periodista y safista de pro que fue. Desde el Cielo seguro que no se perdió nada. ¡Descanse en paz! Fue una pena que se nos marchase tan tempranamente, con la falta que nos hacía a todos los safistas, pues sabía ejercer como tal allá donde se encontraba, con su verbo, empuje y poderío característicos…
Y fuimos llegando con goteo a la comida, unos a pie y otros en coche, con los aparcamientos a tope ante el hotel y en Carrefour.
Las mesas estaban ya repartidas como en las bodas y cada cual consultó la lista para saber en cual estaba y la compañía que le había tocado en suerte. Los antiguos compañeros, más de la mitad mujeres, de nuestra promoción de Magisterio 73 nos anotaron en la 9, aunque tres de ellos, creo, fueron a parar a la 4. Aunque estuvimos separados (sería conveniente que en futuros años esto no ocurriese), aprovechamos cualquier ocasión y excusa para visitarnos, abrazarnos, fotografiarnos y hablar largo y tendido de aquellos años juveniles pasados en nuestra SAFA de Úbeda y de nuestras interesantes vidas pasadas y actuales con proyección de futuro…
Disfrutamos y sufrimos mucho con la historia real que nos contaron Antonio Ortega y Boni Talavera cuando -nada más terminar sus estudios de magisterio- tuvieron la osadía de irse de maestros a Paraguay para vivir unas aventuras insólitas y valientes que terminaron con su expulsión del país; pero que pudieron acabar con 20 años de cárcel nada menos, por creer las autoridades que eran cubanos infiltrados con objetivos políticos determinados, aunque no fuese así… Podría escribirse una novela que seguro llegaría a best seller en poco tiempo…
A los postres Mateo Calero (tan gentil como siempre) nos tenía preparado un regalo sorpresa, diferente según fueses caballero o señora, que consistía en una botellita de orujo o mistela -con logotipo de la SAFA- que servirá para recordar y aspirar estos entrañables momentos vividos por todos. ¡Qué bien me supo cuando la probé en la soledad de mi casa…! ¡Muchas gracias, Mateo, tú tan detallista como siempre…!
Las otras mesas también disfrutaron de lo lindo charlando y paladeando el menú (estilo boda) consistente en ricos aperitivos de primero y carne o pescado de segundo, añadiéndole un azucarado postre, que sirvió para que todos termináramos dulcemente satisfechos. Aunque algunos de nuestra promoción (no sé de otras) quisieron proseguir una nueva ruta de la tapa como el viernes anterior, para poder irse a la cama con alegría inusitada… Yo no fui capaz de hacerlo. El cansancio se me había acumulado en demasía… Los años no pasan en balde.
No quiero dejar de expresar la tristeza que sentí, en ciertos momentos del acto o de la comida de hermandad, al ver cómo se va aminorando poco a poco esta asociación, bien por cansancio y/o por falta de relevo generacional, bien por el escaso apoyo institucional SAFA, que tanta necesitad tiene para que el auténtico espíritu safista siga renovándose, creciendo y teniendo buena e inmejorable salud, en beneficio de todos…
¡Hasta el próximo encuentro! ¡Salud e ilusión para todos…!
Úbeda-Sevilla, 8 y 9 de junio de 2024.
Fernando Sánchez Resa
P. D.: Desde aquí quiero agradecer a los fotógrafos de mi promoción Magisterio 73 y a Miguel Raya Pulido, sin cuya colaboración no hubiera estado tan bien ilustrada esta crónica…