TRASCENDENTE
Mariano Valcárcel González
¡Huy lo que me ha dicho!, ¡trascendente!…
No así, pero sí. Y yo me digo si en verdad soy o persigo la trascendencia, mía o la de los demás. Todo empezó por un aporte en el whasapp de exsafistas promociones 1970 a la que hice una pequeña crítica, el título era SEXALESCENCIA (que ya tiene miga) y yo le contesté con esto:
Bueno, una gran parrafada con mucho estuco de cobertura. Sexalescentes… Qué palabro! Es la visión desde el tubo del caleidoscopio de un burgués bien situado. Pero, en fin, es al menos optimista.
La réplica fue lo de la trascendencia. Bien viene aclarar algo las cosas.